Por: Cristian Jiménez M. / Colectivo José Revueltas

El pasado 1 de mayo, el Colectivo Juvenil de Base José Revueltas, de la Juventud Comunista de México desarrollo una serie de tareas de vital importancia; por un lado, la marcha y convivencia con trabajadores de la ciudad de Puebla y, por el otro, la remembranza de los mártires del 1 de mayo de 1973, muchos de los cuales eran militantes comunistas.

            Acordando como punto de reunión la Avenida Juárez, una de las más importante del centro de la ciudad, se reunieron sindicatos de todo tipo, desde los blancos que usan la consigna de “Patronal y trabajador son uno mismo”, pasando por aquellos a los cuales le hicieron pase de lista a los trabajadores que dicen representar (Siendo un ejemplo de éstos, los sindicatos automovilísticos, como el de Volkswagen y Audi, aquellos qué suelen negociar con la patronal y que muchas veces no toman en cuenta a la clase obrera), mostrándole al colectivo de la JCM, la importancia de coadyuvar a que el pensamiento Marxista-Leninista pueda fluir entre los trabajadores y sobre todo, de la importancia de la formación de cuadros políticos y la falta que han hecho éstos en el estado.

Comenzamos la marcha acompañados del Sindicato Unido de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (SUNTUAP), con quienes, en medio de un mar de diversos grupos de trabajadores, llevamos a que se ondeara la bandera roja del proletariado, siendo ellos un sindicato representativo de la izquierda en la ciudad y que, debido a las acciones de coerción, recientemente obtuvieron su registro de sindicato, a pesar de tener más de 20 años resistiendo a la patronal.

Los pulmones jóvenes de la Juventud Comunista y del Bloque Revolucionario Estudiantil Popular se dejaron escuchar, al grito de “No hay otra manera, o con la patronal o con la clase obrera” se mostró un apoyo para aquellos sindicatos que realmente vieran por los intereses de nuestra clase y que no fuese simplemente una imposición burguesa, la cual quisiera adormecer a aquellos trabajadores que diariamente se preguntan si otro mundo es posible.

Durante el 1 de Mayo de 1973, en la universidad de Puebla, una serie de estudiantes exigían una reforma universitaria que convirtiera la educación en popular y que garantizara el acceso de la clase obrera a la educación superior; en dicho momento ya se tenía tomado por parte de los universitarios el edificio Carolino, sede de dicha institución, sin embargo la respuesta del gobierno fue brutal: el asesinato de 3 estudiantes y 1 profesor no se hizo esperar, los cuerpos policiacos, vestidos de civil y movilizados por el gobernador en turno del estado llevaron francotiradores a los edificios aledaños a la universidad.

 José Norberto Suárez Lara, Víctor Manuel Medina Cuevas y Enrique González Romano asesinados en la azotea victimas de las balas pagadas con los impuestos de sus padres, mientras que en la puerta el camarada Alfonso Calderón Moreno, militante del Partido Comunista Mexicano era abatido por la represión existente.

En el Paraninfo, el pueblo, que rinde homenaje a los caídos llena el salón. El edificio Carolino de la Universidad no habla, pero está herido. Decenas de balas se incrustaron en sus paredes. La Universidad ha perdido a más de sus hijos. (Así recuerda este suceso Arturo Garmendia en “Tiempo Universitario” revista de la Universidad de Puebla)

            El 1 de mayo de 2022, el colectivo José Revueltas, después de avanzar el mismo trayecto que recorrieron los obreros aquel 1 de mayo, se dispuso a reunirse en ese lugar donde cayó el camarada Calderón Mendoza, colocando la bandera de la Juventud Comunista y la misma manta con la cual marchamos que decía: “Para todos la luz, para todos todo”, buscando homenajear a aquellos que dieron la vida por la lucha del pueblo y de los campesinos.

            Coincidiendo con nuestra visita, en dicho lugar se encontraron sobrevivientes de aquel fatídico día, compañeros qué formaron parte de la Juventud en el siglo pasado, compañeros que tuvieron la oportunidad de formarse en la Alemania Democrática, que tienen una experiencia interesante y con los cuales esperamos colaborar a futuro, asumiendo la deuda que toda generación de comunistas tiene: Mejorar las condiciones de lucha para la siguiente generación.

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