Con mucho dolor, rabia e indignación nos sumamos al reclamo de justicia para Luz.
Ésta noticia que nos golpea y refleja la podredumbre de algunos entes que no pueden ser nombrados humanos, es reflejo de lo inútil que el Estado y sus instituciones son para garantizar y proteger la vida de quienes como nuestra compañera sufrían de hostigamiento y amenazas.
Luz fue una compañera cercana a la Juventud Comunista de México, por lo que nuestro dolor es aún más grande. El número creciente de feminicidios que se realizan en México a diario son de por sí alarmantes, como para que ante las evidencias que señalan que al menos uno de los responsables de su asesinato siga libre y sin sufrir ningún tipo de repercusión.
La justicia burguesa y patriarcal no será suficiente para tan atroz acto, pues además de acabar con la vida de una persona inocente, de una mujer trabajadora, madre y compañera, se deja en orfandad a un menor de edad que por su condición psicológica requería y requiere hoy más que nunca a su madre.
Que la indignación se vuelva digna acción para que estas monstruosidades no vuelvan a suceder. Más allá de la fiscalía, del Estado, es importante que seamos las y los de abajo, quienes defendemos la vida, quienes tomemos cartas en el asunto en contra de estos despreciables seres inhumanos.
Por Luz, por Bruno no nos podemos permitir dar un paso atrás contra este sistema capitalista y patriarcal.
¡Justicia para Luz!
¡Castigo a los culpables!
¡Ni una más!
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