La tarde reflejaba el viento de Octubre en la unidad de Humanidades, los tumultos de estudiantes dejaban paso a un grupo de jóvenes con la tarea de recordar la caída en combate del comandante Ernesto “Che” Guevara en Bolivia.

En su homónimo salón de conferencias de la Facultad de Sociología, la audiencia comenzó a llegar, listos para recordar los grandes momentos del comandante guerrillero que diera libertad al pueblo cubano y que nos enseñara la conjunción de garra combativa con amor humano.

El primer documental, “la insurrección de la memoria”, no se refería al Che, pero si a sus hermanos de combate, la guerrilla urbana de las Fuerzas de Liberación Nacional, un grupo de comunistas que asentaron el camino para el EZLN. Asesinados cobardemente por el gobierno mexicano nos daban la misma lección del comandante, sacrificar la vida por el sueño de un mundo justo. El segundo documental, “Che Guevara”, nos mostraba la vida del comandante y su lento camino hacia lo que sería una historia de batallas contra sí mismo y contra la injusticia en diversas partes del mundo. Al terminar solo quedaba algo, un sin número de sentimientos encontrados en los espectadores, dolor y coraje por las crueldades del capitalismo, felicidad y optimismo por las historias de lucha y lo más importante, ganas de continuar la lucha que ellos hicieron hace años, jurando no olvidar su huella.

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