El arte y la cultura son elementos inherentes a cualquier ser humano y su entorno, el arte nos muestra el reflejo de una sociedad y además de brindarnos un modo de expresión, nos impulsa a conocer nuestra identidad.
La poesía al igual que otras ramas del arte ha sido desde hace mucho tiempo una de las herramientas que se han utilizado para la formación y unidad de conciencias en los pueblos del mundo, es por lo tanto una poderosa arma de lucha que debe ser tomada por las clases explotadas como medio de insurrección para transformación y progreso de la sociedad, pues como dijo alguna vez el gran pintor mexicano David Alfaro Siqueiros “La revolución está en el arte y aquel arte que no es revolucionario simplemente no es arte”.
Es por esto que el Colectivo Juvenil de Base “José Martí” quiere compartir un poema del gran poeta cubano José Martí, un hombre ejemplar de vasta obra literaria cuyos pensamientos revolucionarios contribuyeron a la liberación de su pueblo y llenan de inspiración a toda América, especialmente a nosotros. Tanto sus obras como sus ideales aún persisten y toman vida en la búsqueda por alcanzar la verdadera libertad.
El rayo surca, sangriento,
El lóbrego nubarrón:
Echa el barco, ciento a ciento,
Los negros por el portón.
El viento, fiero, quebraba
Los almácigos copudos;
Andaba la hilera, andaba,
De los esclavos desnudos.
El temporal sacudía
Los barracones henchidos:
Una madre con su cría
Pasaba, dando alaridos.
Rojo, como en el desierto,
Salió el sol al horizonte:
Y alumbró a un esclavo muerto,
Colgado a un seibo del monte.
Un niño lo vio: tembló
De pasión por los que gimen:
¡Y, al pie del muerto, juró
lavar con su vida el crimen!
José Martí
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