II Brigada Internacional Juvenil por la Paz de Colombia.
Claudia Muñiz
Comité Nacional
El apoyo solidario del Partido de los Comunistas y la Juventud Comunista de México estuvo presente durante los trabajos de la II Brigada Internacional Juvenil por la Paz de Colombia con la consigna de que una de nuestras principales tareas es defender la paz en cualquier rincón del mundo.
La brigada se realizó el 15, 16 y 17 de agosto de 2015 en el corregimiento de El Mango, del municipio de Argelia, Cauca. En ella durante tres días fuimos testigos de la cruel forma en que el gobierno colombiano ha intentado exterminar a todo un pueblo.
El Mango es una localidad situada al suroccidente colombiano con apenas 1500 familias, las cuales, desde junio del 2015 decidieron conjuntamente expulsar a la policía nacional de sus terrenos debido a los constantes ataques y la nula seguridad en la que el pueblo se encontraba. Por largo tiempo la localidad fue presa del dolor de la guerra, hasta el día que expulsaron a la policía nacional
La guerra en Colombia lleva más de 50 años acribillando, desplazando y desapareciendo a su noble pueblo; esta guerra ha sido generada por diferentes actores del gobierno colombiano, entre ellos, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.
El pueblo colombiano al igual que su homólogo mexicano ha sido objeto de los más crueles intereses del imperialismo norteamericano por medio de estrategias como el Plan Colombia o el Plan Mérida que han intentado despojarlos de soberanía, tierras, riqueza y vidas; sin embargo en esta brigada lo que nos fue demostrado a quienes acudimos a ella es que el pueblo organizado tiene el poder.
El pueblo de El Mango representa una afrenta a lo establecido y lo que dicta el burgués estado y gobierno colombiano, que según dice, por mandato constitucional poseer facultad para imponer a la policía supuestamente para proteger a la población, pero en este caso -El Mango-, pueblo libre y guerrero, dijo no. Retiro a la policía por considerar no necesitarla para su salvaguarda.
En el primer día la brigada realizó un recorrido por el pueblo en plena unión hombro con hombro. Cientos de jóvenes marchamos coreando consignas anti imperialistas acompañando el paso de la población, sentimos su felicidad de recibir el abrazo solidario, de al fin verse observados por cientos de un contingente local e internacional, de ya no sentir la soledad de las cadenas, de saber que había varios centenares solidarizándose porque como lo dijo Gioconda Belli: “la solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Pisar sus calles representó un volver atrás. Observar las casas destruidas, traía a la memoria las calles de muchos de los pueblos mexicanos inmersos en la guerra; ver la cara de sus pobladores exigiendo un cese al fuego era también ver la cara del compatriota clamando por un alto al fuego.
Fuimos participes como observadores del Tribunal por la Verdad y la Paz de Colombia. Escuchamos los relatos de guerra de un pueblo que lucha incansablemente por la paz con justicia; fuimos escucha y depósito de cientos de historias de desaparecidos, de todas y todos los asesinados, violados y desplazados, de quienes esta guerra les ha arrancado un pedazo de su corazón. Como Roberta, que se acerco a mí y me dijo: “Por favor, ayúdenos” pero ¿de qué manera una militante del Partido de los Comunistas y la Juventud Comunista de México podría?
A las horas apareció ante mí la respuesta: luchando contra el capitalismo hasta acabarlo. Asumir a Colombia como trinchera para su defensa ante intereses capitalistas y de protegerla ante los embates del imperio teniendo siempre como prioridad su proceso de pacificación.
El vivir la guerra imperialista, una vez más en otras latitudes deja en claro que el comunismo nos hermana y solidariza con cualquier otro pueblo donde la guerra toque y que estando presentes haremos eco de la consigna: ¡Si l@s tocan a ustedes, nos tocan a nosotr@s!
La brigada llegó a su fin con un mensaje claro: ¡CESE AL FUEGO BILATERAL YA!
Habrá que seguir luchando pues en cada latitud y todos los pueblos la lucha es en nuestra contra.
El Mango queda en mi corazón como un pueblo valiente que decidió decir ¡YA BASTA!
Abrazos y besos para las familias de quien ha muerto o desaparecido, porque el amor en este sistema es revolucionario.
¡Luchar por la Paz en Colombia, es luchar por la Paz de América Latina!
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