Sistema educativo

Sistema educativoDe antemano pido disculpas, por cualquier error sintáctico, pragmático y/o ortográfico que este texto pueda llegar a tener; escribo esto desde mis entrañas, las palabras salen disparadas por el coraje de ver a mi hermana con su corazón roto y destrozado.

Es fecha en la que la juventud de Nuevo León, espera ansiosamente los resultados del concurso de ingreso a las preparatorias de la UANL, la cual supone ser una universidad pública (con unos precios altísimos y a la que evidentemente no cualquier persona puede entrar).

 

Evidentemente, vivimos en un sistema completamente arcaico que busca desesperadamente seguir perpetuándose a costa de la mano de obra barata de la clase obrera.  Por lo tanto, para obtener su cometido se vale de las instituciones educativas y de un sistema “educativo” completamente excluyente.

Si hacemos uso de nuestra memoria,  podremos darnos cuenta que desde nuestros primeros acercamientos a la educación se nos dice que la misma debe ser gratuita, laica y para todas las personas.  Lo cual, al inicio es hipotéticamente cierto. 

Una fue a un jardín de niños de clase media baja, ubicado en uno de los barrios que son de “cuidarse”, de esos lugares a los que los rodea todo tipo de historias macabras, en las que hay mariguanosen cada esquina, que cuando menos te lo esperas te llovían piedras, navajas y balas.  Después a una primaria, casi con las mismas condiciones, sólo que en una colonia menos “peligrosa”. Ambas escuelas, cercanas al río Santa Catarina, en dicho río habitaban cientos de personas con sus casitas de maderas y láminas.

Como decía arriba; la educación básica es hipotéticamente gratuita, laica y para todas las personas. Pero, por mi paso en el jardín de niños, vi a muchos y muchas de mis compañeritos no volver, porque lamentablemente, sus madres, padres, abuela o quienes se encargaban de ellxs no podían solventar ni uniformes y mucho menos materiales que eran “esenciales” para aprender. Así que, al pasar a la primaria, ya no veía ni a la mitad de niños  y niñas que algún día vi en el jardín.

¿Qué población era la que se veía obligada a sacar a sus hijos e hijas de la escuela? Sí, las personas que vivían a la orilla del río.

Después, yo tuve el privilegio de acudir a la secundaria, una de las secundarias públicas que tenía cierta fama de su calidad. Ahí, sólo me encontré con 5 de casi 30 personas que me acompañaron en los escalones anteriores.

Ya en la secundaria,  el alumnado era diverso, había personas de clase baja, media baja, media alta  (y todo eso que nos enseñan para distinguir quienes somos peores y quienes son los mejorcitos). Entonces, había quien traía sus colores prisma, sus blanca nieves o quienes no traían colores. Quienes traían sus escribe, sus norma o las de nueve pesos que se despastan rápido.

Empezaban las riñas y las burlas de quienes tenían mejores cosas, de quienes se iban en transporte, de quienes heredaban el uniforme, de quien era blanquillx o morenillx, pero sobre todo, quién  era inteligente y quién no; porque era bien sabido, que lxs inteligentes tenían seguro el pase a la preparatoria y los que no, pues a trabajar o al cetis que es (en la mente del privilegiado) lo peor que te puede pasar.

Luego viene la batalla campal del examen de admisión a las preparatorias de la UANL, en el que se te administra un examen que mide “tus conocimientos y habilidades” que se adquirieron en la educación básica.  Ajá, educación básica que es bien sabido, es de mala calidad y además te segrega, porque no toma en cuenta ni tu diversidad cognitiva (las diferentes formas de aprender), espiritual, moral, económica, etc.  Entonces, si no pasas ese examen de admisión es tu culpa, eres una persona “burra”, no te esforzaste y todo recae en ti, no en el sistema educativo (que es el verdadero culpable).

A lo que quiero llegar con todo este choro, es: El sistema capitalista siempre va  a poner trabas para que muy pocos logren tener acceso a la educación, porque el conocimiento es poder.  Entonces, nos va descartando poco a poco; si eres pobre o no te ajustas al modelo estándar de aprendizaje, moldeable y sin retos de enseñanza, tú no cabes aquí.

En el capitalismo somos y seguiremos siendo números, por eso, la importancia de luchar por la educación al alcance de TODAS las personas que tengan el deseo de estudiar, luchar por una educación sin trabas, en la que ninguna persona tenga que tomar un examen de “diagnostico” que no diagnostica nada, porque es imposible hacerlo solo con un montón de papeles y un lápiz.

Mientras el capitalismo siga perpetuándose, seguirán existiendo personas jóvenes culpándose y llorando por no formar parte de la norma, por no satisfacer al sistema, pero, aviso que somos estas personas jóvenes quienes no descansaremos hasta erradicarle. Porque el capitalismo crea el arma que acabará consigo y esa arma es, somos la juventud.

¡Porque solo en el socialismo otro mundo es posible! 

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