En la ciudad de Monterrey, N.L. los días 16 y 17 de marzo del presente año se celebró el ‘1er Encuentro Del Noreste De Mujeres Que Luchan’, en el que hubo una asistencia aproximada de 200 mujeres de diversos Estados, y donde el Colectivo Juvenil de Base “Dení Prieto Stock” presentó el taller “Protocolo Angela Davis”, que es un protocolo de protección legal para mujeres víctimas de violencia. Hubo un aproximado de 70 mujeres que tomaron el taller en ambos días, ya que contaban que se interesaron en éste porque han sufrido violencia y/o conocen a alguien que es víctima, y necesitan el conocimiento para poder ayudarles.
Dicho protocolo basado en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, nos habla sobre las medidas de protección inmediatas, tales como restringirle al abusador la entrada a su casa, seguir a la víctima en los lugares que ésta frecuenta, molestar a sus amigas y familiares, etc, y en mayor medida de peligro, el restringir ver a los hijos y proteger los bienes si es que los hay.
En el sistema en que vivimos hay mucho desconocimiento respecto al tema, y las autoridades casi nunca actúan conforme debieran, y más en estos casos donde la mujer es víctima, ya que, aunque actualmente no se necesita comprobar que somos víctimas de violencia, éstas piden comprobar, o dan largas para que se desista del proceso, y una vez más, el abusador sale victorioso.
Además de la información legal, también se habló sobre la intervención psicológica, ya que antes, durante y después del proceso, es necesario un acompañamiento psicológico para apoyar a quien ha decidido actuar.
Como comunistas sabemos que nadie va a venir a hacer el trabajo que jamás ha hecho el Estado en cuanto a protección de Derechos Humanos, así que es nuestro deber en la medida de lo posible informar a las mujeres sobre estas ventajas que se tienen mediante el protocolo, y más aún, que pueden aplicar ellas mismas en caso de que estén en condiciones, y si no, contar con nosotros y nosotras como militantes para acompañarles en el proceso.
Es un paso corto, pero firme…vamos sin prisa, pero sin pausa.
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