CJB Lázaro Cárdenas
08/09/15
Sonriente avanza entre el público, es un hombre que se sabe libre de culpa a pesar de haber estado 15 años en prisión, los ahí presentes lo comprenden y es por eso que han venido desde distintas partes de la República para poder conocerlo, pues este singular personaje es un Héroe para ellos, un revolucionario encerrado injustamente en las sucias cárceles del Imperio Norteamericano.
René González ha llegado a México invitado por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba (MMSC), y ahora departe con sus correligionarios extranjeros en las instalaciones del Club de Periodistas de la capital del país.
En 1998 René y otros 4 cubanos; Antonio Rodríguez, Fernando González, Gerardo Hernández y Ramón Labañino, fueron sentenciados por el gobierno de los Estados Unidos acusados conspiración para cometer espionaje, uno de ellos de conspiración para cometer homicidio por el derribo de una avioneta de una organización contrarrevolucionaria que sobrevolaba sin permiso sobre territorio cubano, actuar como agentes de un gobierno extranjero y otras actividades consideradas ilegales por el gobierno yanqui. Lo cierto de todo esto es que Los Cinco, como después se les conoció internacionalmente eran un grupo de agentes que buscaban obtener información sobre organizaciones terroristas radicadas en Miami que buscaban perturbar la estabilidad y atentar contra la seguridad de su isla natal.
La ceremonia ha dado comienzo, los aplausos y los vivas no se hacen esperar, una compañera perteneciente al MMSC que por años fue a la Embajada Yanqui a entregar la carta por los Cinco cada mes, le da la bienvenida conteniendo sus lágrimas de emoción, es después de esta intervención que el Héroe comienza a hablar.
Sus palabras son breves y concisas, da las gracias a sus anfitriones, comienza a hablar un poco de sus años de encierro y de las nuevas relaciones de Estados Unidos con Cuba para dar pauta a la sesión de preguntas y respuestas.
Lo interrogaron sobre otros procesos similares a los suyos, concretamente del puertorriqueño Oscar López Rivera; preso por luchar por la independencia de su país y Ana Belén Montes, también presa por defender a Cuba. Entre halagos y ovaciones le compartirán la situación de México, su debacle económica, sus desaparecidos, Ayotzinapa y Atenco, pasando por las obligadas preguntas sobre el socialismo y los retos que enfrenta su patria.
El tiempo de las preguntas se acaba, en realidad es muy poco para alguien tan notable, por lo cual los organizadores deben pedir amablemente a la audiencia que se contengan y sean concretos y es así que, luego de aproximadamente 2 horas, el evento llega a su término.
René González cumple con el deber de presentarse, pero no se retira aún, su humildad le obliga a permanecer ahí el tiempo suficiente para firmar libros y tomarse fotos con los asistentes.
Finalmente se van junto con él integrantes del Cuerpo Diplomático de la Embajada, pero su ejemplo, su recuerdo y las palabras que hoy ha pronunciado han quedado firmemente grabados en la memoria de los que como él buscamos transformar la realidad.
No responses yet