che trabajo volun

che trabajo volunEl próximo 9 de octubre, se cumplen 50 años del cobarde asesinato en Bolivia, del comandante Dr. Ernesto, “Che”, Guevara.

Pero, lejos de la intención original del asesinato, la cual era borrar de los anales de la historia la figura del Che, el cobarde crimen sólo nos enalteció e inspiró a millones de personas en el mundo; a seguir los valores humanistas, la resistencia antiimperialista, anticapitalista, y la lucha por la emancipación de los pueblos del mundo.

 

El Che, fue un empedernido viajero de América Latina: en uno de sus tantos viajes, al recorrer la parte sur de nuestro continente, poco a poco fue conociendo cada pueblo, cada aldea, donde siempre encontraba algo común entre los distintos pueblos: hambre, desesperación, rabia, miseria.

El Che, con sus conocimientos adquiridos en la escuela de medicina trataba de ayudar como le fuera posible, pero sus esfuerzos simplemente no eran suficientes.

Con esos viajes en motocicleta por el continente, el Che fue forjando un ideal revolucionario, un ideal que lo movería hasta su muerte: la solidaridad y el internacionalismo proletario.

En el último de esos viajes, el Che se encontraba en Ecuador, donde escuchó del proceso revolucionario que estaba liderando en Guatemala el coronel Jacobo Árbenz.


La reforma agraria de Árbenz, había afectado intereses económicos de la multinacional gringa “United Fruit Company”, lo que provocó un golpe militar amparado por los siempre democráticos Estados Unidos.

Ernesto había llegado 6 meses antes del golpe, donde trató de ejercer sin éxito la medicina y vivió en condiciones económicas muy precarias; pero de toda esta experiencia en Guatemala, rescató varias conclusiones: había aprendido que no se puede confiar ni en el imperialismo, ni en el capitalismo. Su estadía en nuestro vecino país, le ayudó a sentir como suya toda lucha por la libertad de los pueblos oprimidos, daba igual si fuera en Argentina, Guatemala, México o Cuba; el Che se sentía patriota de cualquier país de América.

En Guatemala, el Che se hizo comunista; en Guatemala, el Che se hizo humano.

Tras el golpe militar, se refugió en la embajada argentina y después, viajó a México.

Ya instalado en México, y declarado comunista, Ernesto continuó su formación política, a la vez que combinaba trabajos de fotoperiodismo; y al fin pudo desempeñarse formalmente como médico en el Hospital Infantil de la Ciudad de México. Esta sería la última vez que practicaba la medicina en un hospital; ya que, durante su estancia en México, conoció a Raúl Castro y a un grupo de exiliados cubanos.

Semanas después, conocería a Fidel Castro en la casa de María Antonia; donde, tras una larga noche de plática, y después de sentir como suyas las palabras de éste y la lucha del pueblo cubano, Fidel le ofrecería ser parte de la expedición como médico. Aceptó, y el Che mismo, dijo que abandonaba los hospitales, para ejercer la medicina con el pueblo.

El 2 de diciembre de 1956, el yate Granma, que transportaba 82 guerrilleros, entre ellos Fidel, Raúl, Cienfuegos y al propio Che, encalló en costas cubanas. Y después de un desigual combate, con fuerzas muy reducidas, pero, con la mente puesta en la victoria, la guerrilla muda campo de operaciones a la Sierra Maestra.

Ernesto, se destacó rápidamente con su desempeño en la Sierra Maestra; desde las montañas fundó “Radio Rebelde”, que llegaba a oídos de miles de cubanos que deseaban un futuro mejor, y los alentaba a luchar por él (y que sigue en funcionamiento); también se destacó con el rifle. Lo que le valió ser nombrado comandante por Fidel Castro; uno de los días más felices de su vida, según escribió en su diario.

Junto a Fidel, Raúl, Cienfuegos y el pueblo cubano, entró victorioso a La Habana el 1 de enero de 1969; después de que días antes, su columna tuvo el honor de haber descarrilado el último tren blindado del ejército contrario.

Desempeñó varias funciones dentro del nuevo estado proletario cubano, recorrió el mundo denunciando las atrocidades del imperialismo norteamericano.

Pero él, haciendo un análisis de su trabajo, decidió que su presencia ya no era necesaria en la isla, así fue como presentó renuncia a su cargo de presidente del Banco de Cuba. Y emprendió viaje rumbo a el Congo y a Argelia, donde asesoró y luchó codo a codo con los rebeldes negros de África; más tarde regresaría a su tan amada América Latina para una última lucha guerrillera.

Esta vez en Bolivia, donde después de un año de intensa guerra, caería preso y sería asesinado la madrugada del 9 de octubre de 1967; sus últimas palabras, tan dignas como el hombre que las pronunció, dirigidas a un verdugo que temblaba de miedo ante su imponente figura fueron: “¡Póngase sereno y apunte bien!, ¡Va a matar a un hombre!”.


Ernesto, “Che”, Guevara fue rebelde y digno hasta el último instante de su vida. El Che, es el símbolo máximo de la resistencia de los pueblos oprimidos que luchan por su libertad.

Renunció a una vida cómoda en Cuba, y la cambió por los fusiles, la selva, el hambre y la suciedad; nunca pensando en sí mismo, sino en el futuro de los pueblos; dejó atrás todo vestigio de envidia, de hipocresía, de egoísmo, y así alcanzó el eslabón más alto de la evolución humana: el revolucionario.

En la Juventud Comunista de México, defendemos y continuamos la lucha y el ejemplo del comandante Che Guevara. Podrán matar a los hombres, pero nunca a sus ideas.

“La exigencia a todo joven comunista es ser esencialmente humano”
-Che Guevara

¡SÓLO EN EL SOCIALISMO OTRO MUNDO ES POSIBLE!
JUVENTUD COMUNISTA DE MÉXICO.

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