Por Diego Armando.

El domingo 17 de agosto, en la sección “Opinión” del periódico “El Norte” (del “Grupo Reforma”), publicaron un artículo de Enrique Krauze que lleva por título “El antisemitismo facsimilar” en donde expresa que la izquierda latinoamericana ha tomado una posición tan radical en contra del gobierno sionista de Israel que se acercan mucho al antisemitismo, esto lo intenta explicar tratando de confundir al lector entre lo que opinan algunos líderes políticos sobre los ataques de Israel en contra del pueblo palestino con las opiniones que se vierten en las redes sociales insinuando que las opiniones de los líderes se transforman en antisemitas en las personas que utilizan las redes sociales.

En su artículo, Krauze nunca menciona la palabra “sionismo”, tampoco menciona cómo el gobierno sionista de Israel está invadiendo el territorio palestino, asesinando personas inocentes ante un pueblo que no tiene ejército y que se defiende, por un lado, con piedras y palos, y por otro con una milicia irregular, mal pertrechada, pobremente entrenada, como lo es Hamas.

 

Krauze le llama “guerra” a las masacres que está perpetrando el ejército de Israel en contra del pueblo palestino.  En esta “guerra”, el ejército de Israel ha utilizado fósforo blanco (1), un químico que es considerado como arma química y la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenaje y Uso de Armas Químicas y sobre su destrucción la considera ilegal.

Desde su creación, el gobierno sionista de Israel ha venido apropiándose por la fuerza del territorio palestino ante la pasividad de la mayoría de los países miembros  de la ONU, y cuando algún otro país ayuda o apoya a Palestina se le considera como un apoyo a los “terroristas” palestinos o que detrás de esa ayuda está escondido un sentimiento antisemita.

Los defensores del gobierno de Israel encontraron una palabra mágica, una palabra que convierte  en un monstro a quien se oponen al gobierno de Israel, una palabra contra la que nadie se salva de ser tachado como nazi o fascista, una palabra que pesa históricamente y que hace que el acusado cargue con todos los males que otras personas hicieron sin que él tuviera algo que ver, esa palabra es “Antisemita”

Krauze, como muchos otros defensores del gobierno sionista de Israel, acusa a cualquiera que apoye la justa causa palestina como antisemita. E aquí un vulgar ejemplo que viene escrito casi al final del antes mencionado artículo:

“Dos factores adicionales le han dado impulso: el antisemitismo oficial del Gobierno de Hugo Chávez y el crecimiento de las redes sociales”

Con eso Krauze intenta ensuciar la memoria del comandante Chávez y de pasada lapidar al gobierno y a la herencia política que sigue teniendo un gran auge en la República Bolivariana de Venezuela.

Quienes apoyamos el derecho del pueblo palestino  en tener un territorio, un gobierno y un estado como el mismo estado de Israel lo tiene, no nos basamos en problemas étnicos, de raza o religiosos. No es una guerra entre razas ni tampoco entre judíos y musulmanes. El genocidio del pueblo palestino se debe a que el gobierno de Israel está empeñado en conquistar todo el territorio que históricamente el pueblo palestino había poblado.

En la Juventud Comunista de México nunca hemos utilizado argumentos ni religiosos ni étnicos, mucho menos sobre la raza, ni los usaremos porque entonces dejaríamos de analizar los hechos desde la perspectiva Marxista-Leninista.

Yo no estoy en contra del pueblo judío que durante siglos ha sido perseguido y pisoteado, pero eso no justifica que ellos puedan hacer lo mismo a otro pueblo que, por cierto, también ha sufrido en manos de los imperialistas como el pueblo judío ha sufrido.

Si despectivamente existe la frase de “el judío errante”, parece ser que el gobierno de Israel quiere cambiar la frase a “el palestino errante” al obligar al pueblo palestino a iniciar distintos éxodos de su tierra hacia otros países. A esto los palestinos le llaman “Nakba”  que podríamos traducir como “desastre”.

El Líbano, Siria, Transjordania, Egipto e Irak son los principales países en donde los palestinos tienen que ir a refugiarse a causa de los ataques del ejército de Israel.

En mi opinión creo que el utilizar el Holocausto para justificar las acciones asesinas del Gobierno de Israel puede ser un factor importante para alimentar un odio sin sentido en contra del pueblo judío. El gobierno de Israel no representa a toda la comunidad judía, así como el sionismo no es parte de la doctrina de la religión judía.

Estar en contra del sionismo no significa estar en contra del judaísmo, así como apoyar a Palestina no significa que seamos antisemitas.

Señor Krauze, si “utilizar argumentos de odio contra los judíos resulta siempre inadmisible” (según sus palabras) entonces justificar el Holocausto palestino con historias de Nazis resulta asquerosamente inadmisible.

(1)    http://internacional.elpais.com/internacional/2010/02/01/actualidad/1264978808_850215.html


 

 

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