Por CJB Tenamaxtle
La indignación y el dolor están haciendo que los estudiantes zacatecanos se movilicen y tomen sus escuelas. Están saliendo a las calles a decirle a la gente lo que pasó y está pasando; están organizándose; están saliendo a las calles para decirle a la sociedad que esto no puede continuar así.
“Pudimos haber sido nosotros” dicen. Y es cierto, porque en Zacatecas también vivimos bajo un narco gobierno.
Los días 15 y 16 de octubre la mayoría de las Unidades Académicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) permanecieron en paro, tomadas por los estudiantes en apoyo al paro convocado por la UNAM y familiares de los normalistas desaparecidos.
El 17 de octubre se realizó una marcha convocada por los compañeros de la Normal Rural “General Matías Ramos” de Loreto Zacatecas. A ella acudieron cientos de universitarios: de la secundaria, de las preparatorias y de la mayoría de las ingenierías y licenciaturas. También participaron los compañeros del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (COBAEZ).
La exigencia de justicia ha dado un nuevo impulso a la organización estudiantil en Zacatecas. Los universitarios estamos afinando nuestras formas organizativas: tenemos asambleas por escuela y por campus; gracias a ello logramos mantener el paro durante 36 horas y hemos generado una infinidad de materiales impresos para informar a la sociedad.
También los compañeros del COBAEZ han avanzado en su organización. Los compañeros del plantel #19 “Roberto Cabral del Hoyo” cerraron la carretera Fresnillo-Zacatecas el día 15 de octubre, en el marco de la movilización nacional y el día 17 tomaron su escuela parando actividades a la vez que participaban en la marcha convocada por los normalistas. También marcharon con nosotros compañeros de los planteles #3 y #1.
Estos tres días en la UAZ han sido de lucha intensa, de compartir nuestra rabia contra este sistema genocida y este gobierno que asesina a quienes no se conforman. Han sido tres días de organización, de compartir, de volantear, de pasar la noche en la escuela, de conocernos mejor como compañeros que somos. La organización estudiantil está creciendo y se está preparando para ir por más: para defender nuestra Universidad de quienes nos la quieren privatizar, para recuperar los derechos que hemos ido perdiendo y para dar la batalla por la educación y por la Universidad Pública.
También han sido días de percatarnos del marcado contraste entre los que se atreven a luchar y soñar con una mejor sociedad y los defensores de lo viejo, los indiferentes y los cobardes. Contraste entre, por un lado, estudiantes conscientes que toman su escuela en apoyo a otros estudiantes que no conocieron, pero cuya ausencia les duele, que pasan su tiempo y gastan su dinero en una lucha por la justicia y, por otro, estudiantes indiferentes, que no quieren enterarse porque nada les importa, cobardes que temen que el profesor ya no les aplique el examen o les ponga falta porque se fueron a la marcha. Contraste entre los porros que, en algunas unidades, forman parte de los Consejos de Unidad o Universitario, que gritan a voz en cuello que no quieren perder clases, como si sus calificaciones no fueran producto de favores y exámenes comprados, y estudiantes que se indignan por la injusticia y no usan la palabra para mentir, como los otros, sino para informar y expresar lo que les duele de su patria.
Las movilizaciones estudiantiles continuarán en Zacatecas porque la justicia se ve lejos. Seguiremos manifestándonos mientras el Estado siga teniendo la desvergüenza de decir que no sabe dónde están nuestros compañeros. Seguiremos luchando porque en este país hay mucho por qué luchar, muchas razones para estar inconformes. Vivimos un momento histórico difícil, pero la generosidad que hoy muestran los estudiantes de Zacatecas da esperanza.
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