El pasado miércoles 22 de octubre, la “Flama de la verdad” de Ciudad Universitaria se vio encendida de lucha y esperanza por la asistencia de más de 300 personas al mitin en solidaridad con Ayotzinapa, los desaparecidos y desaparecidas del Estado, los y las estudiantes asesinad@s por la guerra contra el narcotráfico.
Fue un hecho histórico en mi vida estudiantil (y la de much@s), ya que a casi 8 años de estar matriculada en la UANL, nunca había visto tantos estudiant@s reunidos por algo distinto a un festival organizado por las federaciones charras de la Universidad, a un partido de futbol, y a todo circo, maroma y teatro, que la UANL, y sus directivos, han sabido introducir para enajenar al alumnado. Cabe mencionar que por la tarde, alrededor de la 1:00 pm, se realizó un evento “oficial” del “Departamento de Asuntos Estudiantiles” (DAE), que consistió en llevar flores, ¡ajá! ¡flores!, como, si en primer lugar dieran por hecho la muerte de los compañeros desaparecidos, en segundo lugar reafirmando que la UANL no puede, ni quiere ir más allá de un simple acto “pacifista”, al que (como es costumbre) acudieron sólo los “líderes” charros “estudiantiles”, sumando una cantidad de aproximadamente 40 personas, y no es para asombrarse, que en el transcurso del mitin una compañera dijera a micrófono abierto, que en la Facultad de Psicología se les ofrecieron boletos para el partido de futbol (que se llevó acabo ayer mismo) para de ese modo contar con la participación de la Mesa Directiva Estudiantil al floreado evento.
L@s compañer@s de la Asamblea Estudiantil, dieron lectura del documento que entregaron en rectoría, en el cual se exigía que la UANL, comenzara a tener una postura de apoyo y solidaridad para Ayotzinapa y justicia por tod@s a l@s estudiantes desaparecid@s, asesinados, secuestrados, inlcluidos los estudiantes de la UANL que han sufrido las mismas violaciones y que han sido olvidados por directivos y el mismo estudiantado. Much@s de los que tomaban el micrófono en grupo, además de mostrar solidaridad con los normalistas desaparecidos, hacían reclamos hacia Rectoría, hacia los directivos de sus facultades por no dejarlos expresarse libremente, ni permitirles realizar eventos dentro de las mismas.
En el desarrollo del mitin, mi corazón se ponía alegre cada que algún compañero o compañera tomaba el micrófono para expresarnos sus palabras, sus sentires, sus reclamos, sus pensamientos y todo eso que tenían que sacar. En lo personal, tenía algunos textos para leer, pero tenía tantas ganas de escucharlos a ellos y ellas, que decidí no leer por esta ocasión, ya que era mi turno de escuchar a quienes por primera vez se expresaban. Alumnos y alumnas de la UANL, se hicieron las armas más peligrosas: la música, el performance, los poemas, las metáforas, las reflexiones y ¿por qué no? una emotiva oración para los y las creyentes que estaban presentes, un acto muy valiente de un compañero ya que la mayoría de los ahí presentes, no tenemos muy buena relación con “Dios”, pero tocó las fibras de los compañeros que estaban aislados del mitin pero escuchándonos, es decir, que estaban allí sin saber que con el simple hecho de escuchar, era ya para nosotr@s una batalla ganada.
Sin embargo, como una estudiante de 9° semestre de la Facultad de Psicología y militante del CJB Rosas Rojas, sé que hay mucho trabajo por hacer, ya que en Nuevo León, siguen siendo más importantes 22 hombres pateando un balón que miles de vidas inocentes que han sido arrancadas de su yugo familiar; más importantes que el hecho de voltear hacia el pupitre de al lado y que tus compañer@s desaparezcan; más importantes que darnos cuenta que las cuotas siguen subiendo y la calidad de nuestra educación va cada vez más hacia abajo; más importantes que hacer conciencia de todos aquellos que no tienen comida, que viven en las calles, que no tienen acceso a la educación, ni a la salud, ni a nada.
En Nuevo León la mayoría del estudiantado prefiere engañarse a sí mismo creyendo que son la “elite”, aspirando a ganar más de 10 mil pesos por quincena y creyendo que manifestarse, pelear y exigir derechos estudiantiles, es cosa de gente floja, que no se llegará a nada, y puedo seguir mencionando cosas, pero espero que ya se hayan dado una idea de cómo es la cosa acá en la UANL.
Por lo tanto, es de suma importancia que como militantes de la JCM, que además somos universitari@s, nos demos a la tarea de estrechar los lazos con las organizaciones combativas de nuestras universidades, como lo es acá la Asamblea Estudiantil, para que de este modo, podamos ir poniendo los cimientos de una escuela gratuita, científica y popular.
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