Diego Lucero Martínez nació en Chihuahua, Chih, el 22 de septiembre de 1943, realizó sus estudios de primaria en Sinaloa, Puebla, Durango y su natal Chihuahua. Secundaria, preparatoria y estudios universitarios en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Fue Presidente de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Ingeniería y uno de los principales dirigentes de una huelga estudiantil que pedía reformas a los estatutos universitarios y un mayor presupuesto, vía un impuesto especial, para que jóvenes de buen nivel académico y escasos recursos no tuvieran que abandonar sus estudios. De esa época datan los primeros registros que tiene la Dirección Federal de Seguridad sobre su actividad política. De alguna manera, fue marcado por los problemas agrarios que se sufrían en México, pero sobre todo, en Chihuahua, que desembocaron con el nacimiento de un núcleo guerrillero que encabezaban el Dr. Pablo Gómez y el Profesor Arturo Gámiz. Se relacionó con ese movimiento social, pero lo tuvo que apartar de sus actividades por una enfermedad de su madre, que a la larga causaría su muerte.
Desde sus primeros semestres en la Carrera, dio clases de Matemáticas en la Preparatoria de la UACH y posteriormente, también a alumnos de los primeros semestres de Ingeniería. Por sus ideas políticas le retiraron el trabajo que tenía como académico en la UACH y le avisaron que no volvería a encontrar empleo en el estado. Por lo anterior, tras una breve estancia en Minatitlán, Veracruz, termina radicando con sus 4 hijos en el DF. En realidad, ya había hecho varios contactos con gente de izquierda en toda la república y deseaba radicar en la capital, para desde ahí, poder darle forma a una organización guerrillera que aglutinara a todos los grupos que nacían de forma aislada, tanto de guerrilla rural como urbana.
El grupo que formó, básicamente con estudiantes de Politécnico Nacional que sobrevivieron a la matanza del 2 de octubre de 1968, no se bautizó con algún nombre revolucionario y se llamaban “Grupo N” o “Núcleo Central”, pero por necesidades de identificación, algunos grupos urbanos como el MAR, FUZ, PROCESOS, etc. los comenzaron a llamar “Los Ingenieros” por el origen estudiantil de casi todos los que formaban su dirigencia. Y Lucio Cabañas, les comenzó a llamar “Los Guajiros” Por la idea que le Diego de que con diálogo se podría conseguir que todos los grupos, incluidos los que lideraban tanto él, cómo Genaro Vázquez pudieran actuar de manera conjunta para derrocar al régimen Priísta. Realizaron varias expropiaciones (asaltos) durante 1970 y 1971, en lugares como Distrito Federal, Guadalajara, Baja California (entonces Norte) Morelos y ya comenzaban a actuar de forma coordinada con otros grupos. Fueron el principal proveedor de armas, parque y provisiones del grupo de Lucio Cabañas e intercambiaron cuadros para que se acostumbraran los cuadros urbanos a conocer la guerrilla rural y viceversa.
Su liderazgo rebasaba el grupo que comandaba, por los años que tenía de estar en el movimiento armado, su visión del mismo y porque tenía un plan programático definido. Con esa autoridad, detuvo por algún tiempo la formación de lo que después sería la Liga Comunista 23 Septiembre, pues argumentaba que se estaban alejando de los movimientos populares, estudiantiles y obreros. Insistía que faltaba estudio, mayor adoctrinamiento político en los cuadros.
Cae aprehendido el 16 de enero de 1972 y es torturado y ejecutado extrajudicialmente esa misma noche por órdenes del entonces gobernador de Chihuahua, Oscar Flores, después de coordinar y participar en un asalto triple simultáneo bancario en la capital del Estado Grande, un día antes de su asesinato. El gobierno siempre manifestó que había caído en un enfrentamiento con policías estatales, pero testigos que lo vieron con vida en las instalaciones policíacas desmienten esa versión. También, hoy tenemos el original de su declaración en calidad de detenido, reportada por la Dirección Federal de Seguridad (policía política de aquella época), documento que derrumba definitivamente la mentira que defendió el gobierno. Además, fue careado con Marco Rascón, horas antes de ser ejecutado.
Ni él, ni Raúl Ramos Zavala, líder de otro grupo conocido como “Los Procesos” vieron lo que sería la unión de varias movimientos armados, que sería la mencionada LC23 de Septiembre, pero el esfuerzo y sacrificio de todos ellos, consiguió que a finales de 1978 se diera una apertura democrática que permitió a grupos de izquierda contender por la vía electoral en elecciones por puestos de representación popular.
Hoy existen calles, escuelas, colonias y una fundación que defiende los derechos humanos en nuestro país que llevan su nombre.
¿Por qué llamar Diego Lucero Martínez al colectivo?
Por varias razones, las más importantes:
* Nos dejó un gran legado, lo que pensaba, lo decía y lo que decía lo hacía.
* Siempre estuvo del lado de los más, apoyando profesionalmente (como ingeniero civil) a colonias marginales en ésta ciudad.
*Porque el compañero no está físicamente, pero en la lucha contra l@s poderosos, lo sentimos codo a codo con nosotros.
*Queremos seguir su ejemplo de lucha, quizás no en las mismas condiciones y/o formas que el caminó, pero si con su dedicación, con sus principios e ideales.
*Consideramos que es un pequeño homenaje a ese gran hombre, comunista, que siempre buscó el bien de los demás no importando caer en cumplimiento de su deber.
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