Por CJB Tenamaxtle
Pocos hombres pasan a la historia como figuras eminentes y líderes simbólicos de diversas causas o de naciones, el comandante Hugo Chávez es ya un símbolo de la lucha antiimperialista en la América latina y en el mundo.
Logró la transformación de un país al que gobiernos anteriores aplicaron medidas económicas neoliberales que lo hundieron, aunado a la corrupción existente. Ya en la presidencia se dio un intento de golpe de Estado que fue un fracaso para la oposición de derecha pro-imperialista; esto gracias a la coordinación de la fracción militar y de los ciudadanos, que reiteraron su apoyo a la republica bolivariana. A partir de este momento las tensiones con USA aumentan, la oposición trata de desestabilizar el país. Para hacer frente al embate del neoliberalismo surgen alianzas tanto económicas como políticas entre los estados del cono sur, de índole izquierdista.
El legado del comandante Chávez ha sido una esperanza para los pueblos oprimidos. Un ejemplo de cómo construir una nación con el apoyo de sus ciudadanos, con la clara convicción de otro mundo posible, donde las naciones débiles no deben rendirse ante las potencias.
A dos años de su muerte queda claro el papel que debe jugar este país y todos los que se oponen al saqueo de recursos llevado a cabo por los sistemas colonialistas y sus diversas tácticas de poner y quitar mandatarios a su antojo para los fines rapaces. A ellos debe oponerse la unidad y la convicción de patriotas que luchan por mejorar la realidad.
El lema de “Patria, socialismo o muerte” dejo de ser solo una frase revolucionaria romántica para ser aplicado en toda su extensión. Así como se recuerda a los héroes por sus hechos de grandes magnitudes podemos decir:
“Hasta siempre comandante”
Al incansable líder bolivariano, fallecido el 5 de marzo de 2013.
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