Hoy los jóvenes comunistas del colectivo Alerta Roja, junto con los maestros del SNTE y la sociedad civil en general hemos decidido manifestarnos en apoyo y solidaridad con los padres, madres y estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”.
Hoy se cumple un año del brutal y cobarde ataque de policías municipales contra la caravana de autobuses donde se trasladaban estudiantes normalistas. Los policías de Iguala y Cocula dispararon a mansalva, sin recibir provocación ni hostilidad alguna, y asesinaron a seis estudiantes, uno de ellos incluso fue mutilado del rostro y se llevaron a 43 de ellos. Estos 43 fueron desaparecidos a la fuerza.
Un año después no solo se desconoce su paradero, sino también se han sumado al oprobio el desprecio de los gobiernos municipal, estatal y federal, la criminalización de los movimientos sociales que exigen respuesta a las autoridades, la manipulación mediática por parte de los medios de información, el cinismo de una “verdad histórica” de la PGR que fue refutada desde el primer momento y que hoy se cae a pedazos, la represión sistematizada con el Movimiento Popular Guerrerense y contra los padres de los caídos y desaparecidos, la desvergüenza y arrogancia del ejército mexicano que se niega a la trasparencia prohibiendo que se puedan revisar sus cuarteles, cuando todos sabemos que son profesionales en asesinar y desaparecer a luchadores sociales.
El estado se lava las manos culpando al narcotráfico, pero lo que no dice es que en este país el crimen organizado se ha institucionalizado, formando parte de él: presidentes municipales, policías, diputados, gobernadores, militares e incluso llega a financiar a los partidos políticos electoreros de todos colores, sin importar en qué lado del espectro político se sitúen. El narco pues, es parte del estado.
La agresión contra las organizaciones estudiantiles de Guerrero no es casualidad, sabemos que el gobierno y más aun, el gran capital que gobierna al gobierno, han planeado desde hace décadas desaparecer la educación pública gratuita y ven en las escuelas normales rurales, así como en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y aún más en la CNTE un impedimento para privatizar el derecho a la educación gratuita de los mexicanos.
La reforma de la educación que el gobierno federal está implementando es el fin político detrás de las agresiones a los normalistas y maestros que se oponen con todas las fuerzas y organización a su plan de liquidar el estado-nación que agoniza desde la entrada de los gobiernos neoliberales en nuestra patria.
El gobierno se equivoca si cree que puede escarmentar con acciones como esas a los que luchamos por el socialismo. El terrorismo de estado no es más que eso, el terror que tiene la clase dominante en el poder a la conciencia organizada de los humildes.
Ayotzinapa no es solo una agresión por equivocación del crimen organizado contra estudiantes desarmados; más bien, es la represalia del proyecto económico de la burguesía internacional por resistirnos a entregar el país.
Si dejamos solos a los padres y estudiantes de Ayotzi, si dejamos solos a los maestros que defienden la educación gratuita, si no nos unimos como clase social y no defendemos nuestras garantías, nuestra patria será lapidada por intereses económicos globales y políticos vendepatrias y fascistas que desprecian a nuestro pueblo y nuestra cultura.
Los comunistas decimos que la única salida es recuperar el poder y las riquezas del país para el bien de todos, tomar el poder y gobernar para nosotros en función de nosotros y solo es posible uniéndonos como clase social.
¡Su dolor es nuestro!
¡Ayotzi no se olvida!
¡Unidos y organizados venceremos!
¡Solo en el socialismo otro mundo es posible!
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