La lucha de género fue uno de los temas más discutidos durante nuestro pasado congreso nacional, dicha discusión vertió diferentes puntos de vista tanto a favor como en contra; esto podría sonar escandaloso, sin embargo, la exposición de argumentos antagónicos es un mero proceso dialectico que deberían tener en todas las organizaciones comunistas que pretenden ser la vanguardia política de la clase obrera, ya que como sabemos, no existe organización perfecta sino que siempre se está en construcción gracias a la participación de las personas que en ellas militan.
Construir una organización de vanguardia no es sencillo, debido a que existen diversas actitudes, pensamientos y juicios que son propios del sistema capitalista y patriarcal en el que nacimos y nos educamos; que se tienen que deconstruir ¿cómo se deconstruyen? Leyendo y haciendo que lo que leamos tenga impacto en nuestro quehacer diario. A muchas personas nos sucedió que antes de militar en nuestra organización, pensábamos que el ser comunista era un acto “radical”, que no era necesario llegar a tanto, etcétera, no obstante, con esfuerzo, lecturas y análisis personal pudimos deshacernos de algunos de esos prejuicios.
Con los machismos, sucede igual (o peor), toda nuestra vida hemos visto estas actitudes, pensamientos y juicios como “normales”, los tenemos aún más arraigados que los mencionados anteriormente, debido a que el patriarcado es un sistema de opresión más antiguo que el capitalismo; pero ambos operan juntos, es decir, el patriarcado tiene como máxima característica: la capacidad de adaptarse a cualquier sistema político-económico-social. Por lo tanto, si sólo trabajamos las cuestiones de clase, en un futuro podremos ser una sociedad comunista que sigue siendo patriarcal.
Así pues, es necesario y casi obligatorio realizar lecturas que nos ayuden a ir analizando y destruyendo nuestros machismos, para que de esta manera podamos verdaderamente construir un mundo nuevo.
¿Qué lecturas debemos de tener?
Para saber qué leer, primero tenemos que dejar en claro que no hay otra manera de luchar contra la opresión de género, es decir, el patriarcado: que el feminismo. Así como se lee FEMINISMO, tratando de dejar a un lado la pesadez con la que lo decimos, como si ser feministas fuera algo controvertido. También tenemos que saber que el feminismo no es sólo uno, existen diferentes corrientes, por lo que hoy en día es común escuchar “los feminismos” haciendo referencia a su multiplicidad.
Dentro de los feminismos se encuentra el feminismo de clase o feminismo socialista, el cual estudia la relación entre el capitalismo y el patriarcado. Algunos de sus temas de estudio son: El trabajo doméstico y afectivo no remunerado, la producción del sistema capitalista y su relación con la prohibición del aborto, los privilegios de ser una mujer burguesa, las dificultades a las que nos enfrentamos las mujeres al organizarnos en grupos/colectivos mixtos, etc.
¿Solo debemos leer textos de feminismo de clase o feminismo socialista?
En mi opinión, no debemos limitarnos a leer sólo feminismo de clase, tendíamos que investigar cuáles otros feminismos tienen características y/o posturas similares a las nuestras. Por ejemplo el feminismo negro o black feminism, el transfeminismo, el feminismo decolonial, teoría Queer, etc. Porque esto nos permite ampliar nuestra visión del funcionamiento del patriarcado, además nos permitirá ser más sensibles a las problemáticas de género que viven muchas personas, dejaremos de ver muchas cuestiones machistas como algo normalizado, pero sobre todo nos hará una organización que atienda directa y automáticamente a la coyuntura de la comunidad LGBTTTIQ+, de los feminicidos, de la violencia machista y toda problemática causada por el patriarcado.
¿El feminismo divide la lucha de clases?
No, incluir posturas feministas a la lucha de clases la hace consciente de que no porque algunas personas no sufran las consecuencias de un sistema de opresión, dicho sistema no exista. Incluir posturas feministas a la lucha de clases hace que dicha lucha sea justa para todas las personas. Incluir posturas feministas a la lucha de clases permite que cualquier persona, sin importar su género, sexo, preferencia e identidad sexual pueda llevar cualquier cargo importante dentro de la misma. Incluir posturas feministas dentro de la lucha de clases ayudará a que dentro del socialismo otro mundo sea posible.
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