iran para los comunistas

iran para los comunistas

 

 “[La técnica de la religión] consiste en reducir el valor de la vida y en deformar delirantemente la imagen del mundo real, medidas que tienen por condición previa la intimidación de la inteligencia. A este precio, imponiendo por la fuerza al hombre la fijación a un infantilismo psíquico y haciéndolo participar en un delirio colectivo, la religión logra evitar a muchos seres la caída en la neurosis individual. Pero no alcanza más… Tampoco la religión puede cumplir sus promesas, pues el creyente, obligado a invocar en última instancia los “inescrutables designios” de Dios, confiesa con ello que frente al sufrimiento sólo le queda la sumisión incondicional como último consuelo y fuente de goce.”

Freud

 

 

No pretendo con este trabajo hacer un análisis exhaustivo de este país y la antiquísima y rica civilización persa ni un estudio geopolítico de la lucha entre Irán vs Arabia Saudí e Israel o sobre la lucha que está teniendo contra el Estado Islámico, mis objetivos son más modestos, es ayudar a comprender a los camaradas que me lean el papel que Irán y el islamismo tienen en el mundo y como afectan nuestra causa de una sociedad sin clases.

 

Irán,  o al menos el régimen teocrático e islamista que lo gobierna es un peligro para los pueblos del mundo, pero al parecer miles de izquierdistas o comunistas sin una formación teórica solida lo obvian por dos razones, la primera porque tendemos a tener el error común de confundir nuestros deseos con la realidad, hay una actitud frecuente de buscar justificaciones o argumentos que nieguen la realidad para adaptarla a lo que nos gustaría que esta fuera, eso se llama idealismo filosófico, afirmar que las ideas tienen prominencia sobre la materia, no digo que debamos rendirnos ante la realidad, resignarnos a ella, si no que para poder cambiarla debemos conocerla tal y como es para poder transformarla.

¿Pero porque los comunistas -quienes se precian de su materialismo filosófico y su formación científica- caen en este error? Porque sufrimos de un problema común al resto de la humanidad: buscamos y necesitamos de héroes, hoy en día Irán se enfrenta a varios de los mayores enemigos de la humanidad: al islamofascismo salafista del Estado Islámico, a las petromonarquias fundamentalistas del golfo pérsico, al estado sionista de Israel y al imperialismo estadounidense, realmente es de admirar la capacidad militar y política de sus dirigentes para enfrentarse a estos 4 grupos sin caer en la órbita de cualquiera de ellos, pero es una admiración que debe de darse de la misma forma en que vemos una  partida de ajedrez o un combate de artes marciales, debemos de admirar la jugada o el golpe en sí ¿pero qué pasa cuando confundimos la jugada con el jugador? Ahí cambia bastante el asunto ¿Deberíamos de admirar a un neonazi por ejemplo si este se entreno durante años y gano un combate de algún deporte, digamos muay thai? La respuesta correcta seria que por un lado admiremos su capacidad física desarrollada con un duro entrenamiento y su disciplina para ejercitarse (que siempre es más difícil que estar en la cama entretenido con la programación de Netflix) y que al mismo tiempo despreciemos su ideología racista y autoritaria que pretende convertirnos a todos en sus esclavos.

Lo mismo sucede con el régimen islámico de Irán, debemos de admirar su capacidad para la violencia, heredada de miles de años de tradición guerrera, sus estrategias militares novedosas en materia marina como los combates en enjambre, su capacidad para manipular la información que nos llega para cambiar la percepción que tenemos de su sistema político y económico o su habilidad diplomática para negociar contra varios enemigos muy violentos, intransigentes e ignorantes al mismo tiempo.

Pero eso no quiere decir que al mismo tiempo justifiquemos su ideología y práctica política donde elevan los dogmas religiosos a postulados políticos totalitarios que dominan y oprimen brutalmente a las minorías étnicas y religiosas, a las mujeres y a los trabajadores de su país.

Hay varios mitos sobre Irán, ¡hay quien dice que es socialista! Hay que analizar al estado y sociedad islámica que rige en este país y busquemos acabar con lecturas maniqueas (que confunden antiimperialismo con antiyanquismo) promueven y revisamos brevemente su historia al tiempo que explicaremos cómo fue posible que un hombre como el ayatola Jomeini (quien antes de la revolución islámica fue exiliado por oponerse al derecho al voto de la mujer, que consideraba el matrimonio con una niña impúber “una bendición divina” y a la desamortización de las propiedades del clero islámico) llegara al poder.

Actualmente se dice que la revolución de 1979 fue un levantamiento islamista: ¡falso!, la revolución de 1979 fue secuestrada por los islamistas, el Sha tenía un régimen salvaje y opresor que tenia a una buena parte de la población en la pobreza al mismo tiempo que impulsaba la occidentalización y modernización del país (reemplazó las leyes islámicas por leyes occidentales y prohibió por ejemplo el velo o la separación de sexos) lo cual lo enfrento a la antigua aristocracia islámica y sobre todo con el poderoso grupo de clérigos chiis (la rama del islam predominante en el país persa) que tenían un enorme poder económico y social.

Al mismo tiempo el desarrollo del capitalismo en Irán creó una enorme clase obrera y una amplia capa de intelectuales que poco a poco se convirtieron en una feroz oposición al régimen del Sha.

Así, en oposición a la monarquía persa se crearon tres grupos opositores: los nacionalistas, los islamistas y los comunistas.

En 1953 los servicios secretos de Estados Unidos e Inglaterra apoyan un golpe de estado que destituye a un primer ministro nacionalista que electo democráticamente gozaba de amplia popularidad y había nacionalizado el petróleo, tras un golpe de estado el Sha recupera su poder y entrega el petróleo a las compañías capitalistas y se sostiene gracias al apoyo de poderosos servicios secretos propios y extranjeros al tiempo que lleva una política de exterminio de sus rivales políticos, tras lo cual muchos activistas políticos terminan muertos o en el exilio, por lo cual la oposición interna queda acéfala.

¿Quiénes son los únicos sobrevivientes a esto? La oposición islamista, al ser el islamismo una ideología político-religioso el Sha no se atreve a destruirla completamente (la religión le era útil para enajenar a las masas explotadas) por lo se refugia en las mezquitas esperando su momento.

Con el paso de los años la pobreza, la corrupción y la brutalidad policiaca dejan sin aliados internos al Sha, a esas alturas se sostenía tan solo por el apoyo del Israel, Inglaterra y Estados Unidos, la crueldad del la policía y el ejército y la falta de libertades individuales provocan protestas estudiantiles democráticas que son fuertemente reprimidas, esto provoca la indignación del pueblo al completo que sale a las calles exigiendo el fin del régimen, consigna que todos los grupos (nacionalistas, islamistas y comunistas estaban de acuerdo).

¿Qué sucedió? Tras años de una feroz represión la oposición se encontraba fragmentada y dividida, el nacionalismo se había refugiado en las clases medias y en sectores culturales mientras que los comunistas habían caído una parte en simple trabajo sindical reformista o en grupos de guerrilla urbana sin base social ni contacto con las masas, por lo que el único grupo organizado y con capacidad de operar en todo el país era el islamista, que se une oportunistamente a las protestas democráticas pero espontaneas para añadir la etiqueta de “islámica” que una parte de las masas enfurecidas por el hambre y la opresión pero al mismo tiempo despolitizadas tras años de represión del Sha a toda disidencia provocan que acepten solución religiosa a sus problemas políticos.

¿Pero cómo pudieron engañar a tantos persas laicos y traicionar a sus compañeros de lucha marxistas?

Bien, como dije hace un momento el islamismo es una ideológica política-religiosa, la corriente chií predominante en Irán rescato un concepto religioso: la Taqiyya ¿Qué era esto? Durante años los chiís fueron perseguidos por los suníes, de ahí que practicaran el arte del “disimulo, el engaño” para aparentar ser suníes en público mientras que de forma privada practicaban su propia interpretación de los mandatos de Mahoma. Así, cuando los islamistas prometían respetar las instituciones democráticas o respetar los derechos de la mujer mentían para no relevar su verdadero programa, que era traer de vuelta un régimen y una “justicia” dejada atrás hacia 14 siglos.

El islamismo puede ser anticapitalista en la medida que la modernización económica provoca la crisis de la sociedad islámica pre-capitalista (feudal) y daña las bases económicas y sociales que le dan el poder a las instituciones islámicas pero eso no las vuelve progresistas si no reaccionarios, su oposición a la influencia extranjera presentada en una fraseología antiimperialista que afirmaba combatir lo mismo contra la Unión Soviética y a Estados Unidos pero era solo para evitar la influencia de la modernidad y por lo tanto de relaciones sociales seculares en la sociedad y así mantener el poder del clero y las estructuras tradicionales corporativistas.

Irán se convirtió así en un laboratorio donde se estimulo el desarrollo de un estado teocrático que creó una nueva sociedad profundamente clasista, reaccionaria y fundamentalista.

Obviamente el estado por sí mismo no puede crear por decreto esta sociedad, necesita imponer una serie de medidas que le crearan estas condiciones ¿Cuáles fueron?

Políticas: se creó una serie de leyes contra los moharebs (“aquellos que están en guerra contra Dios”) e izquierdistas de diversos grupos como mortads (apóstatas del Islam) básicamente desarrollaron leyes que hablaban de acabar con todos los que no creyesen en su interpretación del Islam así como directamente con quienes negaban que debiera de existir un estado islámico chií en Irán, no se sabe exactamente cuántos murieron, hay distintas cuentas que van de los seis mil hasta los treinta mil asesinados , principalmente comunistas pero en general cualquier opositor al régimen islámico al mismo tiempo que se prohibían los sindicatos independientes y se encuadraban a los trabajadores en sindicatos islámicos corporativistas muy similares a los sindicatos charros que conocemos aquí.

Económicas: se apoyaron dos clases sociales para crear el nuevo estado islámico, la primera y la más obvia era la burguesía y clero, la primera porque en el Corán declaran la propiedad como sagrada, no podían tocarla, además ellos perseguían a los disidentes políticos, no a quienes aceptaran su control ¿Qué les importaba si los obreros eran explotados y los burgueses explotadores si ambos rezan en la misma mezquita al mismo dios? En este caso no debería de sorprendernos.

Pero por si solas estas clases no podían apoderarse de todo el país, en un momento de intensa movilización política, donde los intelectuales y trabajadores se encontraban politizados y con diversas militancias (liberales, nacionalistas, comunistas, etc.) el clero necesitaba masas que movilizar, las buscaron y las encontraron entre el lumpenproletariado.

Aquí es donde hay que analizar es el papel del lumpen para establecer el nuevo régimen, si recordamos la clase social que Marx describió en el 18 Brumario, este grupo de desclasados sin conciencia de clase sirvió antes a otros proyectos como el nazismo alemán o el fascismo italiano, nuevamente serie empleado por un proyecto reaccionario: el islamismo.

¿Cómo? Primero ideológicamente, identificar al islam con la defensa de los oprimidos, de hecho, el Corán habla de defender a los oprimidos del mundo, una fraseología muy de izquierdas que engaño a muchos que no se dieron el tiempo de leer la fuente original, que explica que los oprimidos no son los explotados… si no los perseguidos por su fe, así, podían emplear un lenguaje revolucionario y hablar sobre la defensa de los pobres al tiempo que se combatía a los críticos de este régimen.

No es inusual que se diga que los comunistas no reparten la riqueza si no la pobreza, así que emplear esta frase para explicar la situación iraní podría parecer hipócrita… pero no hay otra para describirla, lo que se hizo fue una jugada triple: número uno, aumento enormemente el gasto del estado en construir infraestructura necesaria para el país lo cual dio cierta apariencia de progreso pero lo hizo no con el dinero del nacionalizado petróleo si no por la enorme carga fiscal que puso en los hombros de los trabajadores y pequeños burgueses, destruyendo la propiedad y el valor generados por años de duro trabajo de estas clases sociales para después entregar esta riqueza como apoyo al lumpen proletariado creando de paso redes de clientelares a través del uso de los programas sociales ¡efectivamente, los islamistas repartieron la pobreza, no la riqueza!

Al mismo tiempo, entre los oportunistas que aceptaron este capitalismo clientelar con valores islámicos surgieron no pocos millonarios que lucraron con la especulación de los productos y servicios en medio de la crisis ocurrida por la guerra de Irak y el aumento de los precios del petróleo, se creó una burguesía parasitaria que en vez de invertir en fábricas y producción manufacturera se aboco en empresas de importación: la llamada “economía islámica” no es más que un primitivo capitalismo de compra venta de mercancías dirigido por una burguesía compradora enemiga de la industria local.

En poco tiempo el clero había creado un grupo de nuevos ricos, de burgueses arribistas totalmente leales a ellos porque sabían que existían solo debido a su colaboración con el régimen islamista al mismo tiempo que millones de lumpens le eran leales debido al uso de programas sociales que los mantenían dependientes (y pobres) de las ayudas y de su lealtad publica al estado.[1]

Sociales: Todos hemos visto como el estado corporativo emplea a los desclasados como fuerza de choque anticomunista, en el país tenemos a los 400 Pueblos o Antorcha Campesina, y aunque la comparación seria un tanto simplista sirve para comprender el contexto, el régimen islámico iraní empleo al lumpen como fuerza represiva creando cuerpos como los cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica que al igual que las camisas pardas hitlerianas eran grupos de lumpens y oportunistas militarizados encargados de crear terror en las masas que llevaron (y llevan) a cabo una profunda represión de carácter religioso acabando desde el uso de colores vivos, la imposición del velo islámico hasta censurar  la música, el baile, el arte o besar a la persona que amas en la calle.[2]

Estos grupos fueron muy beneficiados por la revolución, lograron el ascenso social al ocupar los puestos de trabajo y estudio de los miles de despedidos, exiliados y asesinados por el régimen islamista reforzando la estructura corporativa y clientelista que es la base de la república.

Hoy en día en medio oriente millones de musulmanes chiís (y suníes de forma indirecta) toman al régimen de Irán como un ejemplo a seguir para acabar con la injerencia imperialista en su mundo, el deseo de muchos es sincero, creen realmente luchar por un mundo mejor ¿Por qué?

Me gustaría citar a Slavoj Zizek en un artículo escrito tras la matanza de Charlie Hedbo:

Las recientes vicisitudes del fundamentalismo musulmán confirman la vieja intuición de Walter Benjamin de que “cada ascenso del fascismo es testigo de una revolución fracasada”: el auge del fascismo es el fracaso de la izquierda, pero a la vez una prueba de que había un potencial revolucionario, una insatisfacción que la Izquierda no fue capaz de movilizar. ¿Y acaso lo mismo no aplica hoy para el llamado “islamo-fascismo”? ¿El ascenso del islamismo radical no es exactamente correlativo a la desaparición de la izquierda secular en los países musulmanes?… allá por la primavera de 2009, los talibanes tomaron el valle de Swat en Pakistán, el New York Times informó que diseñaron “una revuelta de clase que explota profundas fisuras entre un pequeño grupo de ricos terratenientes y sus arrendatarios sin tierra”.

Esta y no otra es la situación iraní, donde economistas afines a los economistas conocidos como los “Chicago boys” han profundizado la miseria y pobreza de buena parte de la sociedad persa: ni la sanidad ni la educación son gratuitos ni universales, el trabajo infantil en talleres clandestinos es enorme, los importadores no pagan impuestos mientras se enriquecen con la especulación, las empresas se privatizan, la inflación aumenta sin control mientras que la población tiene que elegir entre alquilar su vivienda o comer mientras que el 15% de la población carece de empleo, la mitad de ellos con títulos universitarios… todo un monumento al fracaso del Islam político.

Pero incluso en estas condiciones hay aun quienes se empeñan en defender a Irán ya que argumentan, se encuentra atacado y asediado por Estados Unidos, Israel y las petromonarquias del golfo pérsico, pero quedarnos en ese argumento es subordinar el papel de la lucha de clases a la geopolítica ¿acaso no podemos solidarizarnos con el obrero, el campesino, el estudiante, el kurdo o la mujer iraní porque su estado se encuentra en guerra fría con Israel? ¿desde cuándo el comunismo dejo de ser internacionalista? dicen también que sin el apoyo de Irán Siria, Líbano e Irak habrían caído en las garras del Estado Islámico, y es cierto, pero no se puede negar el sectario papel de Iran en esos países, impulsando milicias de corte religioso chií para derrotar al daesh sunní ¡solo avivó el conflicto religioso! ¿o acaso el régimen islamista iraquí, opresor de las minorías étnicas, de las mujeres y capitalista es progresista? Intento hacer lo mismo en Siria, pero en este caso Assad prefirió vender su país a Rusia y no a Irán, nuestra solidaridad no debe de ser para con el régimen teocrático iraní si no con el pueblo trabajador que resiste a este régimen.

Obviamente hay riesgos para los iranís, el principal es que Trump y su administración decidan aplicar una estrategia similar a la tomada en Siria: financiar yihadistas que al grito de “Allahu Akbar” se escuden en las protestas para traer el caos a Irán y lograr ahí lo que no logro en Siria: tumbar el régimen y colocar otro dócil al interés estadounidense, el pueblo de Irán tiene el reto ahora de construir organizaciones revolucionarias tras décadas de represión islámica contra toda disidencia acusándola siempre de “agente de la CIA” o “enemiga de dios” toca ahora a los manifestantes redescubrir formas organizativas revolucionarias o inventar nuevas para oponerse tanto a los planes desestabilizadores de la CIA como a la represión de los guardianes islámicos.



[1] Esta táctica la han repetido en Irak los partidos y milicias islamistas chiis para crear una base social que les permita apoderarse del estado, la violencia política y sectaria de estos grupos fue uno de los motivos que empujo a miles de sunies a los brazos del Daesh.

[2] Recomendamos para profundizar en el tema la película de Persepolis, hermoso y crudo testimonio del Irán islamista.

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