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26982419 1677987208931078 381042286 oHay que hacer una precisión primero, ya que en los medios de comunicación suelen emplearse los términos de islámico, musulmán e islamista como si fuesen sinónimos.

Islámico es aquello relacionado con el Islam, una religión como tantas otras, hay arquitectura islámica al igual que arquitectura cristiana o budista, por ejemplo, islámico puede ser un libro o una cultura.

Musulmán es un creyente en la religión islámica, considera que no hay más Dios que Ala y que Mahoma es su profeta, el musulmán puede ser socialista, socialdemócrata, conservador, liberal, libertario, etc. puede o no guiarse por la ley islámica pero no es un militante en imponerla sobre los demás.

El islamista es quien considera que no hay más dios que Ala y que Mahoma es su profeta… y partir de esto pretende imponer este punto de vista en todo y todos nosotros.

 

El Islamismo es una ideología política basada en una interpretación política del Islam, es manejada por una amplia gama de organizaciones por todo el mundo, aunque particularmente centradas en países donde la población musulmana es mayoritaria, estas organizaciones toman diferentes tácticas y estrategias, desde reformismo legal y parlamentario pasando por la “islamización” de la población actuando en la transformación del pensamiento de la sociedad civil –un uso perverso de la teoría gramsciana adaptándola al pensamiento islámico- mediante la dominación de los más pobres empleando redes para distribuir la caridad o simple y llanamente mediante la yihad o “guerra santa” para imponer su causa.

Esta ideología política afirma que todos los aspectos de la vida humana –culturales, sociales, deportivos, artísticos, económicos, políticos- deben de subordinarse a la religión, pero no a cualquier religión, si no al Islam y sus preceptos recogidos en el Coran y las sentencias de su Profeta[1], no tiene interés en la justicia social, la libertad humana o acabar con la explotación del hombre por el hombre, simplemente quiere que tanto explotado como explotador acudan a rezar a mezquita[2]… y con la islamización de todo de forma natural se pasara a un nuevo mundo armónico, justo y libre, se inspiran o abiertamente pretenden emular a los grandes califatos del pasado –siempre es más fácil presentar un pasado mítico como una edad de oro antes de alguna corrupción que hiciese todo decayese, aquí el nazismo y el islamismo tienen la misma inspiración heideggeriana[3]-, donde no había ninguna contradicción entre los poderes militares, políticos y religiosos, que conformaban un solo poder encarnado en el Califa, el “sucesor” o “representante” de Mahoma, que no solo fue profeta si no también líder político y militar.[4]

El Estado Islámico en su apogeo fue la máxima muestra de este pensamiento: una organización gigantesca que baso su accionar en la esclavitud, la violación, el saqueo y el sometimiento de todo y de todos a las leyes islámicas, un grupo que en el nombre de un Islam “puro” al cual pretendían volver rechazaban toda herencia del pasado mientras sus militantes se negaron a cultivar un futuro, en su pensamiento veíamos el amor y fascinación por un apocalipsis que pretendían favorecer para asegurar su pase al paraíso[5].

Hace poco la ciudad siria de Raqqa, que en su momento fuese capital del Estado Islámico fue capturada por una amplia alianza de milicias ideológicamente diversas y étnicamente kurdas, asirias, árabes, chechenas… y voluntarios internacionales de todo el mundo que acudieron porque se negaron a aceptar el orden de las cosas que los islamistas pretendían construir, una de estas milicias es el Batallón Internacional por la Libertad.[6]

¿Y quiénes son? Una organización donde se encuentran voluntarios antifascistas, principalmente marxistas leninistas[7] que emulando y rescatando el espíritu del internacionalismo proletario de las Brigadas Internacionales que lucharon contra el nacional-catolicismo en defensa la República durante la Guerra Civil Española han decidido tomar su ejemplo y han pasado a organizarse para luchar contra el fascismo teocrático del Estado Islámico codo a codo junto a las Unidades Populares y las Unidades Femeninas de Protección del pueblo kurdo.

Y para celebrar su victoria contra los terroristas islamistas, los miembros del batallón recrean aquí la famosa foto del Ejército Rojo tras arrebatarle el Reichstag a las hordas nazis, vemos flotando la bandera soviética en Raqqa, ese y no otro es el gesto a reivindicar, ese instante que aparece recordándonos a todos que la idea comunista se encuentra y tiene que encontrarse presenta en todo proceso de liberación, que el comunismo es oposición a toda injusticia existente, la negación de la sociedad de clases, el fin del patriarcado, la destrucción de la familia, la propiedad privada y el estado, es la posibilidad de construir un mundo mejor: uno sin explotados ni explotadores.

Esa bandera debe recordarnos que la idea de la revolución puede ser derrotada, aplastada, traicionada en algún momento histórico concreto… pero que permanece, que continúa existiendo como fantasma de todas las utopías malogradas que acecha sobre los descendientes de los derrotados en el pasado, haciéndolos recordar, instándolos a vengarse, esperando pacientemente su momento para reaparecer, para resucitar.

¡Larga vida al internacionalismo proletario!

¡Que vivan los que luchan!



[1]El mismo hombre que entre sus multiples esposas conto siempre como su favorita a una niña de 9 años, Aisha bint Abi Bakr, su padre, en recompensa por su lealtad a Mahoma fue proclamado califa tras la muerte del profeta.

[2] El Corán considera a la propiedad privada algo sagrado, la protege de cualquier agresión, algunos ejemplos de suras (versículos) se encuentran en esta recopilación: http://www.nurelislam.com/Derecho-a-la-propiedad

[3] Víctor Farias. (2010). Heidegger y su herencia: Los neonazis, el neofascismo y el fundamentalismo islámico. España: Tecnos; Edición.

[4] Algunos musulmanes reformistas buscan separar al Mahoma de la Meca (el religioso) del Mahoma de Medina (el político y líder militar) para limar la capacidad de los islamistas de instrumentalizar la religión para su causa.

[5] Manuel Gozalbo. (2015). El Califato del fin del mundo. 10 de Enero del 2018, de Sabemos digital Sitio web: http://sabemos.es/2015/06/06/el-califato-del-fin-del-mundo_2520/

[6] Por supuesto, como toda alianza amplia no carece de contradicciones políticas e ideológicas, desde una más que controversial alianza con la Coalición Internacional dirigida por Estados Unidos, la contradictoria y alianza oportunista de tribus árabes -profundamente racistas- que ya antes -pago previo-se habían vendido tanto al Ejercito Libre Sirio como al Estado Islámico y que prefirieron unirse al proyecto de la Federación del Norte de Siria para evitar su justo castigo en manos de los tribunales de Damasco y del Ejercito Árabe Sirio y las contradicciones y desviaciones del Partido de la Unión Democrática, principal partido kurdo, de la izquierda no marxista –aunque si marxiana- que dirige la coalición.

[7]Dentro del batallón participan también grupos maoístas, anarco-comunistas, LGBT, hoxhaistas y ecologistas.

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