Ciudad Universitaria, Ciudad de México 31 de octubre del 2019
Participación de la Juventud Comunista de México.
La solidaridad es la ternura de los pueblos, es una frase de la poeta nicaragüense Gioconda Belli que expresa de forma clara la dimensión humana de las relaciones entre los pueblos de América Latina. La solidaridad es un valor imprescindible en nuestra práctica comunista, nos da pauta para entender las relaciones con las demás personas, porque evidencia el interés de cada uno de nosotrxs por el bien de todxs, siendo un valor individual y colectivo. La solidaridad supone la capacidad que tenemos los miembros de las Juventudes Comunistas de México de actuar como un todo y hacer sentir que somos parte de la humanidad.
América Latina es la tumba del fascismo.
Como militantes de la JCM no olvidamos que fue el pueblo de Ecuador, en el 2013, quien nos apoyó con comida y techo para que pudiéramos ser parte del Festival Mundial de la Juventud y los estudiantes, realizado en la ciudad de Quito. En ese festival pudimos conocer las historias de lucha y resistencia que mantenían los pueblos latinoamericanos contra el neoliberalismo.
En Ecuador, después de semanas de intensa lucha de todo el pueblo: campesinos, pueblos originarios, mujeres, jóvenes y niños, estudiantes y trabajadores, se logró la derogación del decreto 883 que establecía la eliminación de los subsidios a las gasolinas y el diésel, lo que afectaría la economía popular. Estas medidas injustas provocaron las movilizaciones en diversas ciudades del país andino, los transportistas tomaron las carreteras, los pueblos del páramo y de la selva, llegaron hasta las ciudades para dar una lección de dignidad, organización y lucha a la oligarquía Ecuatoriana.
En Ecuador la movilización desató la solidaridad y provocaron expresiones de apoyo en México a las que los militantes de la JCM nos hemos sumado, motivados por la solidaridad entre los pueblos. A pesar de la derogación del decreto, la lucha no para ahí. Aún nos faltan los desaparecidos, los presos políticos y la justicia por los asesinados que defendieron la vida.
En Chile las movilizaciones siguen el ejemplo de lucha de Victor Jara, Violeta Parra, Salvador Allende, Miguel Enríquez, del pueblo mapuche y de muchas y muchos más que desde las comunas, las sierras y los pueblos salieron a tomar el destino en sus manos. En Chile las canciones de Victor Jara se volvieron a escuchar en las calles, en las casas, en las escuelas alumbrando la dignidad y la memoria de un pueblo que nunca olvidó. El pueblo de Chile revivió el sueño de Salvador Allende y pasaron por las grandes alamedas luchando por una vida digna, en contra de las medidas neoliberales. El alza al costo del metro fue la gota que derramo el vaso, de una rabia acumulada por 30 años de políticas neoliberales , de una constitución heredada de la dictadura y de un modelo que atenta contra la vida de la mayoría. En México la JCM también asistió a las acciones en solidaridad con el pueblo chileno. El papel de las mujeres y del pueblo mapuche en estas jornadas de lucha ha sido fundamental, y han trazado el camino para derrotar al gobierno de Piñera.
Nosotras y nosotros, militantes de los JCM, sabemos que la organización de base permite otorgar solidaridad entre los desposeídos, algo que el poder burgués jamás comprenderá. Nuestra América Latina está llamada a ser vanguardia en esta impostergable y urgente lucha; la resistencia contra el neoliberalismo habrá de conducir a la abierta crítica de todo el sistema capitalista y patriarcal y a la formación de un proyecto emancipador, uno que, como dijo Mariátegui no será ni copia, ni calca sino creación heroica. El socialismo tiene que levantar la mano para dar cause a las demandas sociales, reformularse para concretar el anhelo de un mundo realmente justo, libre y humano.
No responses yet