Por JCM Aguascalientes

Según la Constitución (tanto de la federación y del estado), el nuestro es un Estado laico, es decir, que funciona de manera independiente a cualquier credo o religión, y en el que las autoridades políticas públicamente (que en “lo oscurito” puede ser diferente) NO sé adhieren a ninguna religión. Sin embargo, parece ser que Aguascalientes, es la excepción.

Basta con ver la placa que cuelga en Catedral, frente al teatro Morelos, lugar donde se desarrolló la Soberana Convención Revolucionaria de 1914, que, con letras doradas dice “… los parlamentarios, gobernantes, y servidores públicos de inspiración cristiana, afirman la prioridad absoluta de Dios en los asuntos públicos…”. Esto sucedió en el año 2000, según se lee en la plaquita, que está como escondida, como con vergüenza, y 20 años después, sí, en pleno s. XXI, en 2020, por una obra artística (una caricatura de Helguera, donde se puede ver a la Catrina con un vestido parecido al de la Virgen de Guadalupe, y con José Guadalupe Posada en la base, que forma parte de la difusión de una expo venta en marco del Festival de Calaveras), el Consejo de Laicos de la Diócesis de Aguascalientes y otra asociación católica mandaron sendas cartas al Gobierno Estatal, pidiendo que se censure dicha imagen. Y, fiel al catolicismo, y a lo que dice la plaquita antes mencionada, el gobierno panista la retiró.

Si bien este hecho ya es grave por sí solo, lo dicho en las cartas enviadas desde la iglesia católica lo es aún más. Pasa que quienes redactaron esas misivas, justifican los actos terroristas que se llevaron a cabo en París, y si no fuera suficiente, amenazan: “… No estaría mal que recordáramos que, no hace mucho tiempo, por mucho menos que eso, algunos creyentes agredieron con resultados fatales, al autor de un insulto en materia religiosa, en Francia…”. El autor del “insulto” fue un profesor que enseñó en su clase sobre libertad de expresión y como material didáctico utilizó la imagen de Mahoma hecha por Charlie Hebdo. Y en la segunda carta, escriben: “… Nos sorprende que procediendo de un gobierno panista […] surjan este tipo de ofensas, y peor aún, que queden impunes…”, alegan después que por menos, se han quemado y pintarrajeado (sic) monumentos por parte de grupos minoritarios (la muerte de las mujeres, para estos grupos, como siempre, es algo menor) y rematan “… Exigimos respeto y congruencia del Gobierno que encabeza Martín Orozco […] lo elegimos entre otras cosas por el respeto que tiene a la fe católica”.

Como podemos leer, estos grupos de ultraderecha, solo entienden el lenguaje de la violencia, de la apología del terrorismo, del desprecio por lo que es diferente. Y aún peor, este gobierno estatal, panista, es la única voz que escucha pronta y velozmente.

Desde la Juventud Comunista de México, rechazamos cualquier forma de censura que provenga de ultraconservadores, de grupos que promuevan la violencia contra minorías oprimidas y explotadas y que hagan apología de terrorismo fanático. También aplaudimos y respaldamos cualquier iniciativa de difundir la imagen censurada. Y exigimos a los tres niveles de gobierno, en especial al estatal, mantener y respetar el Estado laico.

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