Un 15 de marzo, pero de 1973 se formaba una de las organizaciones revolucionarias más importantes de México. La Liga Comunista 23 de Septiembre, que fue uno de los ejemplos de lucha popular más dignos y relevantes del país. Su nombre, referencia al asalto al Cuartel Madera suscitado en 1965 por el Grupo Popular Guerrillero, muestra la convicción de sus militantes por seguir los ejemplos de las guerrillas latinoamericanas que han tenido como mayor referente a la Revolución Cubana y su sacrificio por la autodeterminación de los pueblos.
Hoy, la Juventud Comunista de México, se suma a la conmemoración del 50 aniversario de la primera reunión nacional que tuvo la LC23S en la ciudad de Guadalajara, lo hacemos recordando a las víctimas de la guerra sucia y la resistencia tenaz que mostraron los/as jóvenes organizados ante las garras del imperialismo y la violencia del régimen priista, protector de la burguesía e impulsor de la brutalidad del brazo armado del Estado en contra de la clase obrera y campesina. También reconocemos el compromiso que mostró parte del estudiantado para hacerle frente a organizaciones como la Federación de Estudiantes de Guadalajara en Jalisco, organización que a la vez que se reivindicaba como socialista, era una defensora férrea de la burguesía y represora de las disidencias surgidas del estudiantado popular dentro de la Universidad de Guadalajara.
En México nos faltan miles de personas que fueron desaparecidas y entre esa cifra contamos a las de la guerra sucia; de la violencia policial y militar, apoyada y financiada por Estados Unidos y el anticomunismo que justificaba la tortura sistemática en contra de miles de hombres y mujeres organizadas a lo largo y ancho del país por luchar por mejores condiciones económicas, políticas y sociales.
A 50 años del nacimiento de la LC23S, extendemos un saludo fraterno a quienes formaron parte de aquel proceso que abrió las puertas a un capítulo de hartazgo, organización y resistencia; un capítulo sin duda doloroso, marcado por asesinos, cínicos y torturadores como Luis Echeverría y Nazar Haro, pero también marcado por quienes no cedieron ni una pulgada ante la brutalidad y la estupidez de un sistema dispuesto a todo para mantener a raya las exigencias populares de quienes descubrieron que ya no había otro camino más que el de la lucha armada. Sus muertos/as y desaparecidos/as son también nuestros.
A 50 años de su formación seguimos exigiendo justicia y nos comprometemos, siguiendo parte de su legado, a seguir trabajando con nuestra política de ruptura frente a quienes encubriéndose con discursos de izquierda solapan al narco-estado, el paramilitarismo y la criminalización de la clase explotada. No dimitiremos, y siguiendo el ejemplo de organizaciones como la LC23S seguiremos en pie de lucha, con la clase despojada, violada, torturada, con esa clase que hoy es nieta de aquellos procesos construidos por quienes su vida entregaron a un mejor mañana dirigido por la democracia, la autodeterminación de los pueblos y el socialismo.
¡Solo en el socialismo otro mundo es posible!
¡El socialismo llegará!
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