El pasado miércoles 06 de septiembre del presente año la Suprema Corte de México despenalizó la interrupción del embarazo, lo cual implica que se eliminará de todos los códigos penales de la federación el delito de aborto, y por ende, se dejará de criminalizar al personal médico que realice esta práctica y que las dependencias federales (IMSS, ISSSTE, y PEMEX) tendrán que ofrecer este servicio. Esto bajo el entendido de que la penalización de éste procedimiento médico es un acto inconstitucional ya que priva a las mujeres y personas gestantes de su derecho a la autonomía, lo cual representa un acto de discriminación por razones de género.

Desde la JCM celebramos por todas las personas que tendrán la oportunidad de decidir sobre sus cuerpos de manera libre, segura, y sin ser criminalizadas. Sin duda, es un paso más en la lucha por los derechos de toda la humanidad.

Por otro lado, insistimos en que este triunfo histórico no detendrá nuestra lucha, pues a pesar de haber tenido un avance en el terreno jurídico, reconocemos que ésto no garantiza plenamente el acceso a este derecho para todas las mujeres y personas gestantes, especialmente a aquellas que viven en precariedad y se enfrentan diariamente con barreras estructurales que les impiden obtener los servicios básicos como salud, educación, vivienda y alimentación.  Así mismo, desde nuestro carácter internacionalista, señalamos que siguen siendo miles las personas que tienen que tomar la decisión de interrumpir su embarazo de maneras poco o totalmente insalubres, riesgosas y hasta mortales, y advertimos que no nos detendremos hasta que cada mujer y persona gestante del mundo pueda acceder a un aborto seguro, legal, y gratuito

Creemos que para fomentar el acceso universal a éste derecho, el Estado deberá asumir su responsabilidad de proveer diversos métodos anticonceptivos a la población, así como de crear políticas públicas de educación sexual integral para los diferentes niveles escolares, y para la población desescolarizada. Aún así, somos conscientes que éste derecho jamás será materialmente universal mientras que el capitalismo siga reproduciendo la pobreza y la desigualdad en el mundo, por lo que jamás hablaremos de un acceso total de las garantías individuales hasta que no existan condiciones materiales dignas de vida para toda la humanidad. Como menciona el Subcomandante Insurgente Marcos en su comunicado del 5 de mayo de 1994 en relación a un artículo publicado por Marta Lamas en el periódico La Jornada:

P.D. Por cierto, acá las indígenas sí abortan, y no por elección propia. «Desnutrición crónica», dicen las estadísticas. PD. Dicen las compañeras que no piden clínicas de abortos porque ni siquiera tienen de partos, y que subir las lomas cargando un tercio de leña es algo que ningún código penal toma en cuenta («ni algún artículo periodístico», agrego yo).

Hay que recordar que para el capitalismo y los sectores conservadores de la población, los derechos de las mujeres, las diversidades y disidencias sexo-genéricas, y en general, de la clase trabajadora siempre serán manipulados, deformados o directamente obstaculizados según los intereses en turno. Retomando las palabras de Simone de Beauvoir ‘’No olviden jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, deben permanecer vigilantes toda su vida’’ (Beauvoir, 1949). En la Juventud Comunista de México, nos comprometemos a luchar siempre por que estas conquistas históricas no sean revertidas por la hidra capitalista y la derecha más rancia que acecha a todos los pueblos.

¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!

¡Sólo en el socialismo otro mundo es posible!

Juventud Comunista de México

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