“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”

Antonio Gramsci.

Por CJB Salvador Castañeda O´Connor

La táctica

La clase trabajadora internacional ha sufrido todo tipo de golpes a lo largo de la historia, hemos sido testigos de las más brutales violencias que han sangrado a nuestra clase cada vez que se levanta para exigir la dignidad que merece, la dignidad que nos ha sido arrebatada desde hace siglos. Desde la defensa de nuestros derechos ya ganados por las y los que nos precedieron hasta la conquista de condiciones que mejoren significativamente nuestras vidas. La clase trabajadora no se detiene frente a los embates del imperialismo ni frente a la burguesía nacional e internacional.

De este lado del mundo en el sur global, hemos presenciado las constantes violaciones a la soberanía y autodeterminación de los pueblos de Abya Yala/Latinoamérica por parte del imperialismo en su intento de dominar el territorio, sus recursos, sus riquezas; entre el dominio neocolonial y la resistencia popular. Cada país ha tenido sus diferentes procesos históricos, sus luchas sociales, sus resistencias y sus problemáticas propias de la región.

El neoliberalismo ha representado, dentro de nuestra América Latina, una invasión/imposición/apropiación de nuestra existencia; nos ha ido estableciendo no solo la forma en la que política y económicamente se van a “desarrollar” los países sino que también ha implicado una dominación ideológica, social y cultural, que ha sometido nuestras individualidades a responder de maneras predeterminadas frente a nuestra realidad, maneras que muchas de las veces, de manera inconsciente, van en contra de nuestros propios intereses. De esto se desprende la actual ideología dominante, centrada en un individualismo cada vez más acrecentado, atravesado por una irrefrenable tendencia consumista, despreocupación por asuntos sociales, políticos; es una desconexión completa de la realidad. 

Tiene su inicio de la manera más brutal y violenta, con el golpe de Estado al gobierno de Unidad Popular encabezado por Salvador Allende en Chile en el año 1973 y básicamente es un capitalismo globalizado, pues tiene los mismos principios que ya estudiaban Marx y Engels, sólo que ahora lo grandes capitalistas no solo explotan a la clase trabajadora nacional sino que es una explotación mundial de personas y de los territorios, que siempre se traduce como la acumulación de capital en unos pocos a costa del sufrimiento de la mayoría.

Es esperado observar la respuesta rebelde y la defensa de la dignidad de los pueblos frente a toda esta barbarie que supone el neoliberalismo, frente a todas las medidas antipopulares, frente a toda esta ofensiva que ejercen las clases dominantes sobre el proletariado. Aunque hay ocasiones que este mismo proletariado escoge a su propio verdugo en estos ejercicios de la democracia burguesa, los procesos electorales. Durante estos siempre ha sucedido lo mismo. Cuando la burguesía siente que le falta el apoyo de las masas populares para asegurar su dominio; cuando siente el vacío alrededor de ella, se decide a descender un poco, a bajar hasta donde el proletario vegeta para sonreírle, pasarle la mano por la espalda y decirle: “Soy tu amigo, me preocupan tus penas, siento deseos de aliviar tus dolores”. Y, regularmente, el proletariado se doblega, se adormece con el canto de las sirenas políticas y olvida la humillación de que ha sido objeto desde hace muchos miles de años por parte de sus amos orgullosos.

Si algo ha logrado el neoliberalismo, es la dominación ideológica, la apatía, la ausencia de claridad política y consolidar su hegemonía cultural. En alienación, el proletariado, busca la salida que considera más conveniente, la que le sonríe y le dice “Oye tú también puedes ser como nosotros” y muchas de esas veces, sin memoria histórica, voltea a ver a la ultraderecha como una opción para salir adelante, como una opción que no representa una amenaza sino una esperanza frente a las crisis, hambre y precariedad que ha vivido a causa del imperialismo.

Las dictaduras modernas son escogidas (o impuestas) en las urnas

Javier Milei, el actual presidente de la República de la Argentina, que ganó las elecciones con un sorprendente 56% de los sufragios en las pasadas elecciones a la cabeza del Partido La Libertad Avanza, no ha dejado de sorprender al ojo internacional en estos primeros meses de su mandato. Todas las medidas que ha impulsado el que gobierna desde el ejecutivo, han sido totalmente un atropello sin precedentes para la clase trabajadora, desde despidos masivos hasta la privatización de bienes y servicios al por mayor, incrementando la inflación hasta el 289.4%, disparando la pobreza al 55%, tan solo en los primeros 3 meses e incrementando un 18% las personas en condición de calle, el recrudecimiento de la represión policial, el paro absoluto de las obras públicas que ya estaban licitadas por el Estado argentino, solo por mencionar algunos de sus logros y golpes directos a la clase trabajadora argentina. 

Desde su campaña, abiertamente ultraderechista, Milei mencionaba cosas como “El mejor servicio de salud posible es un sistema de salud privado en el que cada argentino pague por sus servicios. Esto es así, no es debatible” afirmaba de manera áspera, sin considerar las condiciones de vida de millones de personas que viven con la precariedad hasta el cuello por las constantes crisis económicas que ha vivido el pueblo argentino desde la dictadura anterior hasta el Macrismo. Es decir, este tipo de afirmaciones básicamente nos expresan que si tienes para pagar puedes tratarte alguna enfermedad u operación que necesites, quizá urgentemente, sino lo único que quedaría sería esperar la muerte. La premisa más básica del neoliberalismo, “paga para vivir o muere”.

Una de las primeras medidas de su gobierno va a ser la privatización de la petrolera YPF a manos de la transnacional española REPSOL aunque también anda mostrando sus colmillos la empresa BlackRock del estadounidense Larry Fink. La YPF es una empresa que tiene una ganancia neta anual de 2,200 millones de dólares, lo cual indica una gran pérdida para el pueblo argentino, ya que esta, en unos meses, la empresa estatal tiene a su disposición los segundos mayores recursos de gas de esquisto y la cuarta reserva de petróleo de esquisto más grande, cuyas ganancias ya no serán para el pueblo argentino sino que la mayoría de esta riqueza irá a parar a los bolsillos de burguesía internacional. Desde luego que la intención del gobierno “libertario” de Milei no es detener el proceso de privatización de las instituciones públicas con esta empresa de hidrocarburos, sino que busca entregar toda la riqueza de la argentina al mejor postor pues ya ha dejado en claro que todo se va a privatizar.

Ha mencionado que no va a privatizar de momento la salud y la educación pública, aunque tampoco ha dicho que va a apoyarles. El presupuesto que recibió la Universidad de Buenos Aires es el mismo que con el gobierno de su antecesor, Alberto Fernández, solo que ahora la moneda vale mucho menos, y en ese sentido es un recorte completo a la universidad del pueblo, que con el paso del tiempo comenzará a flaquear para eventualmente ser “rescatada” por el sector privado. Fenómeno que ya ha sucedido en países que adoptan las medidas políticas económicas neoliberales. La UBA es una de las más prestigiosas de América Latina y alberga a aproximadamente 350 mil estudiantes. Esta amenaza de cierre por la falta de presupuesto es un ataque directo a la clase trabajadora, y una traición directa a las luchas populares que levantaron la escuela donde por primera vez pudo estudiar la hija o el hijo del obrero, de la campesina.

Justo en el mes de marzo el gobierno argentino mandaría a clausurar la agencia de noticias del Estado Telam, que generaba 117 mil dólares anuales, despidiendo de manera injustificada a 700 trabajadorxs en 13 provincias de la Argentina. Esta amaneció cercada impidiendo el acceso a sus trabajadores que solo recibieron una notificación de suspensión de labores por 7 días que terminó siendo definitiva. Cabe señalar que en algunas provincias, jóvenes con banderas “libertarias” acudieron a las instalaciones de Telam para mostrar su apoyo al presidente Milei, portando carteles en los que se leían leyendas como “Apoyo total al presidente” “Ya era hora de deshacernos de ti” “Adiós a un estorbo para la economía”.

Como uno de sus más recientes golpes a la clase trabajadora, el congreso argentino aprobó una serie de reformas que atentan y vulneran completamente al proletariado argentino. Reformas tales como, eliminar las multas a los patrones que no ofrezcan seguridad social y prestaciones de ley en general a sus trabajadores, ahora todo esto es responsabilidad de cada persona que trabaje; los derechos pasaron a ser privilegios. Además, las pensiones para adultos mayores han sido eliminadas, medida que va a afectar a 8 de cada 10 mujeres en la Argentina y que va a implicar el recrudecimiento de las condiciones de precariedad, violencia, hambre y muerte. La barbarie llegó y Milei la está blindando con la ley.

Si hablamos por ejemplo de las relaciones internacionales de la Argentina ahora con la gestión de Milei, la cosa no mejora. Este ha logrado estropear las principales inversiones de capital extranjero que representaban un respiro para la economía argentina, como es el caso del rompimiento de relaciones con la República Popular China. Este suceso fue insólito, ya que, en su primer mes de gobierno, Javier Milei, que parece estar improvisando sobre la marcha, logró romper relaciones con su segundo socio comercial más importante. ¿Pero qué pasó? Diana Mondino, la representante de relaciones internacionales del gobierno “libertario” se reunió con la representante comercial de Taiwán, Miao-hung Hsie en una visita que no estaba programada por el gobierno argentino, ya que no había ningún tipo de información hasta que lo confirmaron los medios oficiales del Estado. Esta visita representó el desconocimiento de la política internacional de “1 sola China” es decir, que solo existe un País chino con su capital en Pekín. El gobierno de la Libertad Avanza al desconocer la relación histórica que ha tenido con la República Popular China va a tener consecuencias directas a la economía. China a través de su embajada y cancillería informaba que ponía en pausa un acuerdo económico que se había concretado con el gobierno anterior del presidente Alberto Fernández, dicho acuerdo era un préstamo para pagar la deuda con el FMI de 18 mil millones de dólares. Este acuerdo le va a costar al pueblo argentino y al gobierno de Milei 6,500 millones de dólares que restaban y que el gigante asiático quitó de la mesa; sin olvidar que también China estaba desarrollando la infraestructura con una represa en la Patagonia que representaba una inversión de 5,000 millones de dólares que ya no contribuirán al desarrollo de la Argentina. ¿A quién benefició este abrupto cambio de relaciones históricas?, bueno por donde queramos analizarlo, esto no beneficia ni al gobierno de Milei, ya que ahora tiene una deuda bastante grande con la RPCH de la cual ya no obtiene ningún beneficio, ni al pueblo argentino, pero desde luego sí a su renombrado mayor aliado, Estados Unidos, al expulsar la “influencia comunista” que ronda Latinoamérica. Estos abruptos cambios en su política internacional son a cambio de, básicamente, una palmadita en la espalda por su sumisión al imperialismo.

Milei ha declarado abiertamente que sus únicos aliados son los que defiendan “las ideas de la libertad”, y que los que considera los más importantes son Estados Unidos e Israel, porque sí, además de todas las atrocidades con las que ha comenzado a vulnerar al pueblo argentino, Javier Milei defiende a capa y espada el sionismo, al falso Estado de Israel y el genocidio que este comete contra el pueblo Palestino. Tanta es su devoción a estos que ha tomado medidas que rozan el absurdo con tal de dejar entrar sin ningún tipo de traba al imperialismo en su casa.

En Abril del año en curso, el gobierno de la Libertad Avanza anunció la compra de 24 aviones de guerra F-16 por la cantidad de 700 millones de dólares al gobierno de Dinamarca; pero un momento, ¿que no sus primeras palabras como presidente oficial de la república fueron “No hay plata”? entonces, ¿de dónde sacó 700 millones de dólares para comprarle 24 aviones de guerra al gobierno de Dinamarca? Aquí es donde entra su poderoso aliado Estados Unidos. Este le “prestó” al gobierno argentino esta cantidad para la compra de los aviones de guerra, que a su vez Dinamarca está vendiendo porqué va a renovar su flota aérea que de hecho le va a comprar a Estados Unidos, un negocio redondo. Cabe recalcar que estos aviones F-16 tienen 46 años de antigüedad y ahora están para defender los cielos del pueblo argentino. ¿De dónde va a sacar Milei para el mantenimiento de estos viejos aviones de guerra? No sabemos, pero lo que sí sabemos es que mientras el pueblo pasa hambre, se queda sin trabajo, apenas y le alcanza para sobrevivir con las medidas neoliberales de este gobierno, Milei está viviendo su sueño libertario a costa del sufrimiento de millones de personas. 

Desde una lógica colonial y de sometimiento absoluto al imperialismo, Milei viajó sin previo aviso y cerca de la medianoche del 4 de abril al extremo sur argentino para reunirse con la jefa del Comando Sur Estadounidense, la general Laura Richardson. Esta general estadounidense ya se ha posicionado sobre la preocupación del imperialismo ante “la influencia comunista” que China está ejerciendo en toda Latinoamérica, haciendo énfasis en la cantidad inmensa de recursos que tiene el sur global y que esta podría ser una amenaza para la estabilidad del imperio. Milei ofreció muy poca información sobre la construcción de una nueva base naval en la Patagonia con la “asesoría” de Estados Unidos. El control sobre el territorio ya es tangible, Estados Unidos busca el dominio completo del norte al sur y con Javier Milei como su aliado, va a lograr su “Destino Manifiesto”.

La clase trabajadora no se rinde ni se doblega ante el tirano

La protesta se encuentra criminalizada por el gobierno de la Libertad Avanza, de hecho, ya existe el permiso para fuego letal ante la inminente amenaza para los oficiales de policía, es decir se les concedió el permiso para matar si así lo creen necesario. De hecho, las organizaciones que participen en las manifestaciones contra el gobierno de Milei serán fichadas, serán identificadas para su desarticulación y hasta el cobro de los operativos policiales que se generen a causa de la protesta. El intento de callar toda queja, toda la rabia que vive el pueblo argentino va a tener un costo para los manifestantes, pues según informaba vía medios oficiales de la argentina el ministerio de seguridad de la nación a cargo de Patricia Bullrich, cada operativo (represión) que sufra el pueblo argentino lo va a pagar el pueblo argentino, esta medida plantea que cada persona va a pagar la posible bala que lo va a matar, el gas lacrimógeno que lo ciega y desorienta y todo aquello que utilice el aparato represor del Estado argentino.

Frente a toda esta barbarie imperialista, el pueblo argentino consciente no ha dejado de salir a las calles, de resistir ante todas las formas de violencia que el nuevo gobierno argentino usa a diestra y siniestra. El pasado 23 de abril, el pueblo argentino salió a las calles a una marcha histórica en defensa de la educación pública y la dignidad de su gente, marcha que tuvo la inmensa asistencia que según algunos medios fue de 800 mil a 1 millón de personas que abarrotaron las avenidas del centro de Buenos Aires y le mostraron al propio pueblo argentino que ellos son la fuerza del país, que ni con bombas ni con balas van a detener al ímpetu revolucionario que yace en cada corazón que palpita al unísono, gritando ¡Libertad!  (…y lo que falta)

La historia nos ha enseñado que es la unidad la que logra los cambios sociales, que los cambios no son lineales, que no son sencillos, y que mucho menos son inmediatos. Se necesita el despertar de la consciencia de la clase trabajadora para comprender el ciclo sin fin que representa no hacernos dueños de nuestro destino y dejárselo a la clase política dominante que siempre va a ver por sus intereses, que siempre van a vivir como reyes gracias a nuestro trabajo y sufrimiento.

La lucha es por y para lograr nuestros intereses de clase, por la dignidad que nos ha sido negada, que nos ha sido arrebatada desde hace siglos, la lucha es por ese otro mundo posible, ese mundo en el que no existe la explotación del capitalista, en el que existe la cooperación de los esfuerzos para el logro de metas sociales que vayan en función y beneficio de nuestra la clase, la trabajadora. Que sepan los que están arriba que los pueblos no se rendirán, que no se van a detener; que en este momento no tenemos nada que perder salvo que no sean nuestras cadenas y que por el contrario tenemos un mundo completo por ganar. Que tiemblen los fascistas cuando vean al pueblo organizado tomando su destino con sus propias manos y buscando la construcción de un Estado obrero campesino y popular.

Las medidas noeliberales que vulneran a los pueblos del mundo son testimonios de desprecio y desinterés hacia las mujeres, hacia los hombres, hacia la juventud, hacia las disidencias sexo genéricas, hacia las clases populares. Nos venden un mundo hecho a su forma y medida, y niegan nuestras vidas, niegan nuestro rechazo a su mundo pútrido. Nos obligan a negar las constantes injusticias sociales, nos obligan a repetir su “estabilidad”, su orden social hipócrita. Javier Milei es uno de los peores cánceres que ha tenido la Argentina, está completamente desconectado de lo que sucede en el país, al pueblo y todas las formas de recrudecimiento de la realidad que atraviesan de las maneras más violentas al proletariado argentino; al parecer su Argentina va super bien, hasta apenas hace unos días presentó su nuevo libro “Capitalismo, Socialismo y la trampa Neoclásica”, que de hecho ya está denunciado por plagio, en un recinto de la Argentina con venta de boletos agotada, interpretando canciones y haciendo todo un espectáculo para sus seguidores y simpatizantes, mientras la clase trabajadora y campesina sangra y muere.

Para los pueblos nos queda la organización, el reconocimiento de nuestra condición clase. Estamos del mismo lado de la historia, necesitamos unir nuestros esfuerzos frente al tirano que nos niega el derecho a una vida digna y que la clase trabajadora es la fuerza revolucionaria que puede tomar el cielo por asalto y tumbar a la burguesía nacional e internacional. Mientras tanto en las calles argentinas, se seguirá escuchando “Milei basura, vos sos la dictadura” se seguirá escuchando el grito inconforme y lleno de digna rabia que cada vez se irá multiplicando y que dejará muy claro en la Argentina y en todo el mundo que ¡NO PASARÁN!

Por la revolución proletaria. ¡Venceremos!

¡Viva la lucha del pueblo Argentino por su emancipación!

¡Viva la clase trabajadora y campesina internacional!

¡Muerte a los fascistas!

¡Solo en el socialismo otro mundo es posible!

«Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor; podrán avasallarnos pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos».

Salvador Allende, 1973.

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