Derivado de los acontecimientos ocurridos la noche del domingo 19 de junio en el estado de Oaxaca, diversas organizaciones de la sociedad civil en Nuevo León hicieron un llamado de solidaridad urgente con el heroico pueblo en resistencia. Sin importar que apenas a unas cuadras el gobierno “independiente” del bronco tapizara las banquetas con policías, militares y tanquetas, nos dimos cita para participar en un mitin y acopio de víveres a fin de hacer ver que el magisterio no está solo.
Transcurrida la tarde, representantes de la CNTE de Nuevo León que se mantienen en plantón en el palacio de gobierno hicieron un llamado de unidad, pues si hoy tocan al magisterio mañana seguiremos las demás personas. Nuestra participación fue encaminada a entender que la violencia es una declaración de guerra contra los y las de abajo, que la opción es luchar juntos como un frente de clase que trascienda en lo político sin esperar que con la alternancia supuestamente democrática puedan solucionarse nuestros problemas y que el ejemplo de la organización del magisterio debe trascender más allá de sus legítimas demandas gremiales.
La indignación por parte de la sociedad civil se ha hecho ver en las calles y la voluntad de apoyar con víveres ha estado haciendo eco en los últimos días, se ha convocado una marcha para el miércoles próximo a fin de impedir que la reforma laboral disfrazada de educativa termine de despojarnos de las pocas libertades que tenemos en este sistema capitalista como lo es la libertad de asociación a través de un sindicato así como la estabilidad laboral, por otra parte también hubo noticias de movilizaciones fuera de la zona metropolitana de Monterrey, en la región citrícola al sur de Nuevo León; en el municipio de Montemorelos maestros, maestras y padres de familia salieron a las calles a repudiar estas reformas estructurales lo que nos deja ver que existe un México profundo muy indignado y dispuesto a movilizarse por su derecho a ser libre y digno.
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