AMLO Militares

AMLO MilitaresEl 11 de mayo de 2020, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador expidió un decreto en el Diario Oficial de la Federación en el cual faculta y ordena a la Fuerza Armada Permanente (vulgarmente Ejército Mexicano) para colaborar con la Guardia Nacional. En este decreto de 5 artículos se establece que las Fuerzas Armadas colaboren con la Guardia Nacional en tareas de seguridad pública consistentes en:

  • Prevención del delito y faltas administrativa.
  • Prevención al delito en zonas fronterizas, pasos y puentes limítrofes, aduanas, recintos fiscales (excepto los marítimos), garitas, puntos de revisión, parques nacionales, las instalaciones hidráulicas y vasos de las presas, los embalses de los lagos y los cauces de los ríos, espacios urbanos considerados como zona federal, inmuebles, instalaciones y servicios de las dependencias y entidades de la Federación, instalaciones estratégicas; en general todo el territorio nacional lo mismo que en zonas turísticas.
  •  Detención, registro de la misma y aseguramiento de bienes relacionados con hechos delictivos, con la consecuente información de derechos al detenido y su posterior puesta a disposición de la autoridad competente (ej. Ministerio Público).
  •  Preservar del lugar de los hechos o del hallazgo, la integridad de los indicios, huellas o vestigios, así como los instrumentos, objetos o productos del delito, con aviso inmediato al Ministerio Público.
  •  Colaborar con otras autoridades federales en funciones de vigilancia, verificación e inspección que tengan conferidas por disposición de otras leyes;
  •  Colaborar, cuando sea formalmente requerida, de conformidad con los ordenamientos constitucionales, legales y convenios aplicables, con autoridades locales y municipales, en la protección de la integridad física de las personas y en la preservación de sus bienes, en situaciones de peligro, cuando se vean amenazadas por situaciones que impliquen violencia o riesgo inminente; prevenir la comisión de delitos, así como garantizar, mantener y restablecer la paz y el orden públicos;
  •  Participar con otras autoridades federales, locales o municipales en operativos conjuntos que se lleven a cabo conforme a lo dispuesto en la legislación relativa al Sistema Nacional de Seguridad Pública;
  •  Colaborar, a solicitud de las autoridades competentes, con los servicios de protección civil en casos de calamidades, situaciones de alto riesgo o desastres por causas naturales;

De esta forma, en lugares donde la Guardia Nacional aún no haya llegado o bien no se encuentre consolidada, las Fuerzas Armadas podrán ejercer funciones de policía y detener personas si es preciso.

Contrario al discurso antimilitarista de Obrador, en el que criticó fervientemente la actuación del Ejército en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto (quien inclusive promulgó la militarista Ley de Seguridad Interior, prontamente declarada inválida por la Suprema Corte) y prometió en campaña regresar al Ejército a sus cuarteles, ahora la actuación de las Fuerzas Armadas en el terreno de la seguridad pública cuenta con la bendición presidencial.

Si bien de acuerdo con el decreto mismo, las Fuerzas Armadas deberán actuar conforme a la Constitución, con estricto apego a los Derechos Humanos y a la recientemente preponderante perspectiva de género, actuación que también se encuentra regulada en una ley secundaria denominada Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza, y que además la actuación del Ejército en la seguridad pública tiene fecha de término hasta el 27 de marzo de 2024 (fines del sexenio) no deja de ser simplemente parte de la retórica humanista, ni siquiera socialdemócrata del Presidente López Obrador.

Es bien sabido lo que la actuación del Ejército en tareas de seguridad pública implica, pues a pesar del tan cacareado respeto a los derechos humanos que por cierto, data en nuestra Constitución desde 2011 (en sustitución del término “garantías individuales”) y por más que exista una ley que regule el uso de la fuerza y por más que dicha ley hable de capacitación respecto a derechos humanos, perspectiva de género y otras cosas, dada la naturaleza de la institución, preparada para la defensa de la soberanía de la Nación en caso de perturbación, los hechos han demostrado lo contrario desde los tiempos del México posrevolucionario; tal como la teoría lo indica, han encajado en el calificativo de ser un destacamento de hombres armados al servicio de la burguesía, es conocida su actuación durante los sexenios del PRI entre los años 40s y 60s al reprimir los movimientos huelguísticos de petroleros, maestros, telefonistas y telegrafistas, es conocida su actuación durante el movimiento de los ferrocarrileros en 1958-59, es conocido que fue el Ejército quien mató la lucha agraria con el asesinato de Rubén Jaramillo, eso sin olvidar la represión a los movimientos sociales de 1964 al ‘71 y las desapariciones forzadas, torturas y encarcelamientos a líderes sociales y militantes de izquierda durante la llamada “Guerra Sucia”; es bien sabido y recordados los episodios de violencia y detenciones arbitrarias (con subsiguientes desapariciones forzadas) durante la llamada “Guerra contra el Narco” durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa; no podemos hablar de fatales actuaciones de elementos del Ejército sin mencionar la desaparición de maestros normalistas, cuyo episodio más dramático se dio en 2014, y que a la fecha no ha sido resuelto.

Hay que tomar en cuenta que en estos momentos, tanto México como casi todo el mundo, pasan por un episodio de pandemia en el que la economía está casi detenida, y en el cual, mientras un sector de la burguesía se ha mantenido camaleónica sin comprometerse a uno u otro bando (ej. Ricardo Salinas Pliego y Grupo Azteca, Carlos Slim y Grupo México, Bailleres, etc.), otro sector importante de la burguesía (en su mayoría ligados al PAN, a la COPARMEX y otros grupos empresariales como SORIANA, y burguesías locales) encabezado por Gustavo de Hoyos Walther se encuentra en posición hostil, casi golpista, hacia el gobierno de MORENA, tratándolo como si de Salvador Allende o Hugo Chávez se tratara, amenazando con boicots y pidiendo a gritos en el cielo un paquete de medidas para salvar sus propios intereses (llámese, otro FOBAPROA), respaldados por periodistas con fachada de “independientes” y asociaciones como el Congreso Nacional Ciudadano que encabeza Gilberto Lozano, quien explícitamente entregó a un elemento del Ejército una petición de “defender la patria de los intentos dictatoriales de López Obrador de instaurar el comunismo y derrocarlo”, y diciendo en vivo que pedía un Golpe de Estado. ¿A qué vamos con este párrafo? A que si bien las cabezas del Ejército se mantienen al margen de involucrarse en asuntos políticos de permanencia o no de un régimen y si bien no hay en el México posrevolucionario antecedentes de Golpe de Estado, podrían surgir elementos hostiles que aprovechando el poder que posee la burguesía, tomen la decisión de propinar una intentona golpista que bien podría triunfar o fracasar.

Esperamos no sea el antecedente de un Estado Policial o de una dictadura Militar (tal vez ya no encabezada por AMLO, pero si por algún sucesor, o algún opositor, o los militares mismos), pues es conocido además de su ya mencionada actuación en México, cual fue el papel de los militares en las calles durante más de 20 años en países del Cono Sur (los ejemplos más famosos son las dictaduras militares de Pinochet de Chile y Videla en Argentina, pero también tenemos a Bordaberry de Uruguay, Stroessner de Paraguay, Manuel Antonio Noriega en Panamá), además que si bien hay fecha de término, como ya lo mencionamos más arriba, tal vez esto despierte viejas mañas de los militares, como periodos de toque de queda prolongados.

Es tarea de las y los comunistas, y de todos quienes creemos en la democracia (pero no en su concepción burguesa), combatir los intentos de instaurar un Estado Policial y defender por todos los medios la integridad de los trabajadores, campesinos y demás sectores populares mexicanos más afectados, lo mismo que líderes sociales y gremiales al momento de enfrentar la realidad encabezada por las acciones de los grupos del poder.

¡NO A LA MILITARIZACIÓN DEL PAÍS!

Por Colectivo 27 de Enero

Categories:

Tags:

No responses yet

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *