En las últimas semanas, hemos sido testigos de una acumulación de acontecimientos lamentables en relación con las personas refugiadas y forzadas a migrar. Las guerras imperialistas, el colapso ecológico, las injerencias, la ocupación, el expolio de recursos naturales y la explotación condenan a cada vez más personas a abandonar sus hogares.
El pasado mes de junio se anunció que se había superado la barrera psicológica de los 100 millones de personas obligadas a migrar. A esta dramática situación hay que añadir las criminales políticas migratorias, dirigidas principalmente por fuerzas imperialistas como EEUU y la UE.
Uno de los ejemplos más llamativos de las últimas semanas se produjo en Melilla, donde se calcula que al menos 37 personas murieron al intentar cruzar la frontera a manos de los aparatos represivos del Estado. Estas nuevas imágenes vergonzosas han vuelto a demostrar, como desgraciadamente suele ocurrir, que la UE (y en este caso concreto, España) y Marruecos (un aliado importante extra-OTAN que cuenta con total impunidad para operar de esta manera) consideran a las personas refugiadas una moneda de cambio o herramienta de presión política, aprovechándose así de su desesperada necesidad de asilo como consecuencia del sistema imperialista.
Ante este nuevo acto vergonzoso de la Unión Europea y Marruecos, como los cientos que se producen cada año y cada día, la Federación Mundial de la Juventud Democrática quiere mostrar nuestro total repudio y exige que se depuren responsabilidades. Asimismo, no olvidamos la raíz del problema: el imperialismo que no solo provoca migraciones forzadas y refugiadas, sino que provoca, con políticas represivas, la muerte e incluso el asesinato de miles de personas cuyo único «delito» es buscar mejores condiciones de vida.
Por ello, reafirmamos nuestra lucha contra el Imperialismo, porque es la única solución al drama de las personas migrantes y refugiadas. Llamamos a la juventud y a los pueblos del mundo a organizar la lucha, no contra las víctimas de este drama, sino contra los responsables y las raíces del problema.
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