Por JCM NAYARIT
El pasado 1ro de mayo, las calles de Tepic se vistieron de lucha y rebeldía, en la marcha organizada por sindicatos y grupos independientes en conmemoración por el Día del Trabajo, con la consigna de seguir denunciando los atropellos que se cometen día a día contra la clase trabajadora, la lucha por los derechos que se han perdido a causa de la Reforma Laboral (principalmente) y recordar las luchas históricas libradas en nuestro país y el mundo para alcanzar dichos derechos.
Mientras que los sindicatos mayoritarios e incluso charros se preparaban también para marchar, nuestra marcha comenzó antes que estas, encabezadas por los sindicatos independientes como el SITSEN y SITRAyD, quienes portaban las camisas rojas y blancas, seguidos por la CUT, UPIN, Partido de los Comunistas y Juventud Comunista de México.
Al avanzar por la avenida México, el contingente grito algunas consignas contra el mal gobierno, levanto sus banderas rojas para ondearlas y alzo sus mantas. Al terminar el recorrido, los participantes nos detuvimos en la calle Morelos y México, donde realizamos un pequeño mitin. Una a una las intervenciones de las distintas organizaciones ahí reunidas fue marcando el tono rojo y combativo de nuestras demandas y exigencias. Se hablo de las reformas que afectan directamente a la clase trabajadora y también de la problemática que en particular atraviesan todas esas luchas.
Sin embargo, era difícil no prestar atención a las otras marchas del SNTE y del SUTSEM, que en específico en este momento enfrentan problemas con las autoridades municipales y del estado de carácter economicistas, con el atraso de pagos y prestaciones de ley. En sus consignas algunos trabajadores se les notaba la rabia hacia los gobierno, por incumplir en sus obligaciones, y muchos gritaban consignas en contra de este, siendo que sus líderes han sido emanados de las filas de los partidos políticos que están en el poder.
Asimismo se pudo observar a la clase trabajadora de Tepic y algunos otros municipios que también marcharon, con una cara de pereza y apatía total. Y no es para menos, la mayoría están decepcionados de sus “organizaciones sindicales” y “lideres”, que no han velado en ningún momento por los derechos e intereses de sus agremiados; más que una marcha para la reivindicación y exigencia de sus derechos, la marcha parecía una procesión de muertos vivientes, que la impunidad, indignación y pereza se han apoderado de sus cuerpos y mentes.
Es a todos ellos a quienes iba dirigida nuestra manta “Nunca nos regalaron los derechos, se alcanzaron con unidad y lucha”, a eso le apostamos en la JCM a que los trabajadores despierten de este largo letargo, se organicen y luchen, para acabar con toda la corrupción y pisoteo que sufren todos los días.
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