A la militancia de la Juventud Comunista de México.

A todos los jóvenes rebeldes de la patria.

El gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, sigue intensificando las medidas neoliberales que comenzaron abiertamente en el gobierno de Miguel de la Madrid.

     Poco a poco los distintos gobiernos capitalistas han buscado la manera para engañar al pueblo con el discurso de que el estado es un mal gestor y administrador de los recursos naturales y de los servicios públicos y, con esta excusa, han regalado al sector privado distintas paraestatales que, con el dinero del pueblo de México, el Estado había creado desde cero y en torno a las cuales había construido una gran infraestructura.

 

     Ahora le toca el turno al sector energético,  comenzando con Petróleos Mexicanos.

     Para cualquier país libre y soberano el sector energético es una pieza clave que se guarda con recelo y que en muchos casos se considera como asunto de Seguridad Nacional.

     El petróleo es uno de los recursos naturales más importantes del mundo y México es uno de los pocos países que posee una reserva importante de este indispensable recurso energético.

     La nacionalización de la industria petrolera significó un gran avance para el desarrollo, fortalecimiento e independencia de nuestro país, pero que todo esto ha tenido un freno, y este freno es el producto de décadas de gobiernos burgueses y neoliberales que buscan entregar a nuestro país al frenesí recolonizador por parte de las grandes potencias mundiales.

     Pemex es una de las principales fuentes de recursos económicos para el gobierno federal que, con una visión capitalista, prefiere regalar a las empresas privadas el futuro de nuestro país entregándoles nuestro petróleo, pero la actual situación de Pemex no es nada alentadora.

     La Constitución de 1917, en su artículo 27, expresa que el petróleo, como un recurso natural que se encuentra dentro del territorio mexicano y sus aguas, le pertenece a la Nación. Esta afirmación, sin embargo, dentro de la lógica capitalista, se convierte en argumento que justifica el que quien utilice los recursos obtenidos de las ventas petroleras sea un Estado de carácter claramente burgués y en beneficio de la clase burguesa. Este Estado, cada vez más sometido a los intereses imperialistas, ha venido doblegándose cada vez más ante los Estados Unidos, vendiéndole el petróleo a un precio muy barato y sin importarle que esas pérdidas afecten al pueblo mexicano.

     La Juventud Comunista de México se pronuncia en contra de las llamadas “Reformas Estructurales” y se opone tajantemente a las intenciones del gobierno federal de entregar nuestros recursos naturales a las garras de las empresas privadas, ya sean nacionales o extranjeras. Así mismo reconocemos que el saqueo de recursos naturales no terminará en nuestro país mientras no liquidemos definitivamente a los gobiernos pro imperialistas y burgueses; a esos entreguistas como Peña Nieto cuyo triunfo electoral estaba de antemano condicionado a abrir de par en par las puertas al imperialismo.

     Invitamos a nuestra militancia a no dejarse llevar por los hipócritas llamados a la unidad de la socialdemocracia mexicana, quienes argumentando que cerca del 40% del gasto público en México proviene del petróleo, pretenden sumar a sus movilizaciones al pueblo. Estos partidos sólo están viendo por su mezquino interés, les preocupa que se pierda el sustento económico de la burocracia corrompida de la que forman parte, les preocupa que con la privatización de Pemex sus amos, la burguesía nacional, tenga que empezar a pagar impuestos; ven a Pemex como la garantía de que no se lleve a cabo una recaudación fiscal justa. Argumentan que dependemos de Pemex para subsistir, pero no dicen que ellos han permitido que estemos en esta terrible dependencia  al permitir la entrada del TLCAN que ha destruido nuestra producción agropecuaria, al seguir participando en la farsa electoral que justifica el que los partidos burgueses estén vendiendo la patria, al desviar el descontento popular hacia sus fines electoreros, etc. ,etc.

     Nuestra postura es contra la privatización, pero asumimos que la misma sólo se podrá evitar efectivamente mediante la organización popular con fines revolucionarios, pues la pretendida unión que propone la socialdemocracia no es más que manipulación de masas inconformes pero inconscientes.

     Exhortamos a la militancia de la Juventud Comunista de México a denunciar en todos sus foros y espacios las intenciones entreguistas del gobierno federal, pero sobre todo a generar más organización, más educación política para nuestra gente, de tal forma que hagamos crecer las filas de los revolucionarios y disminuir las de los manipuladores del descontento.

     Sólo un gobierno emanado desde las raíces del pueblo trabajador podrá revertir las abusivas medidas capitalistas y neoliberales de los actuales gobiernos que sólo representan los intereses de sus patrones,  los capitalistas.

 

¡El petróleo debe ser del pueblo!

¡Viva la organización revolucionaria de las masas!

¡Sólo en el Socialismo, otro mundo es posible!

Secretariado del CN de la Juventud Comunista de México

Septiembre de 2013 

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