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“El revolucionario verdadero

está guiado por grandes
sentimientos de amor”

Ernesto “Che” Guevara

Por Susana Galindo

CJB Simón Bolívar

Corría la madrugada del 7 de diciembre de 2013. Cinco jóvenes, pertenecientes al CJB Simón Bolívar, nos reuníamos alrededor de las 5 am para partir hacia el municipio de Sombrerete del estado de Zacatecas. Con frío e incertidumbre nos alistamos y partimos con la idea de ir a la mina de San Martín a visitar a los compañeros mineros. ¿Cómo llegaríamos? ¿Qué diríamos? ¿Qué dirán de nosotros? eran algunas de las preguntas que todos nos hacíamos, nuestra preocupación era qué mensaje vamos a darle a cientos de mineros que se encuentran en huelga desde hace 6 años.

     A las 6 am ya estábamos en camino. Durante el trayecto compartimos lo que sabíamos de la huelga de San Martín, de Taxco y Cananea; recordamos la participación de la juventud comunista en el rescate autónomo en la mina de Pasta de Conchos y acordábamos cómo nos organizaríamos para recabar información cuando llegáramos ahí.

     El camino fue fácil, nos toco la buena suerte de no vivenciar la inseguridad característica de las carreteras zacatecanas. Para las 9 am estábamos llegando a la comunidad de San Martín. En la entrada se leía “chingue su madre PFP” escrito con aerosol sobre un anuncio de vialidad. En poco tiempo estábamos ya en la comunidad. Se seguían leyendo consignas contra la PFP que contrastaban con una lona que llevaba el mensaje “queremos la mina abierta”: una lona grande, impresa en tonos rosas, que vimos colgada sobre una casa y que para todos era obvio que era pagada por la empresa.2

     Inmediatamente después vimos a nuestra derecha el lugar que buscábamos: las oficinas de la Sección 201 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSySRM). En la entrada estaban tres hombres que parecían saber quiénes éramos e inmediatamente nos saludaron e invitaron a pasar. Al entrar comenzamos a saludar a los compañeros que se encontraban sentados fuera, en el patio, después fueron saliendo más y más de los cuartos aledaños, pronto el patio estaba lleno de compañeros mineros que nos daban los buenos días y nos agradecían la visita. Después entramos a un salón que se encontraba en el fondo y nos pidieron que ocupáramos un lugar en el estrado .

     El camarada Iván, secretario de prensa y propaganda del CJB, fue el encargado de presentarnos como organización ante los compañeros y explicar el motivo de nuestra visita. Acto seguido, los compañeros mineros se presentaron, nos dieron sus nombres y el puesto que desempeñan en la comisión de huelga, y comenzamos con nuestro trabajo. El objetivo era enterarnos de los últimos acontecimientos relativos a la huelga, recabar información sobre los acuerdos, las pláticas, las respuestas que han tenido los compañeros mineros por parte de la empresa y del gobierno federal y estatal; en general, enterarnos de los problemas a los que se han enfrentado durante 6 largos años de huelga.

Las intervenciones de los compañeros no solo nos aclararon todo lo referente al proceso de la huelga, sino que nos fueron respondiendo una a una todas las preguntas que todos nos hacíamos y que nadie se atrevía a preguntar. Comprendimos de dónde sacan fortaleza para soportar 6 años en una lucha contra la empresa perteneciente a uno de los hombres más ricos del mundo, cómo hacen para resistir las agresiones, de dónde se saca valor para no aceptar las múltiples invitaciones de corromperse. La respuesta a todo esto es la dignidad y el amor. Los compañeros mineros saben que tienen la razón, y manifestaron que la defensa de esa razón es su deber, que en esta lucha se juega su humanidad, “si perdemos nuestra dignidad, no somos nada” decía el compañero Felipe Martínez. Los mineros nos explicaban que con el triunfo de esta lucha están asegurando una parte del futuro de sus hijos y de los hijos de los demás; el amor a su pueblo, a su clase los mantiene en pie.1

     En un tiempo aproximado de 2 ½ horas los compañeros nos dieron respuesta a las preguntas que hicimos y a las que no. Algunos mineros no pertenecientes al comité tomaron la palabra para explicar desde su perspectiva cómo se vive la huelga y cómo se organizan tanto en sus hogares, trabajos y guardias. Se recabó mucha información valiosa que nos comprometimos a hacer llegar a todos los medios que sea posible.

     Terminando las entrevistas los mineros se fueron acercando a despedirnos y agradecernos la visita y pidiéndonos que no fuera la última vez; que nos estarían esperando.
    Partimos pasado ya el medio día, al principio asombrados, después el asombro se volvió admiración y esperanza. Salimos siendo distintos a los que entramos, partimos comprometidos a no olvidar lo que sucede en estos momentos en San Martín, Sombrerete, Zacatecas.

 

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