Proteste compañero
cuando su compañera se tiene
que hacer un aborto clandestino,
y no en un hospital,
con el cuidado,
la protección y contención que tal hecho merece.
Proteste compañero
cuando sus amigos tratan a las mujeres como putas,
locas o histéricas, fáciles.
Proteste compañero
cuando sus amigos piensan que el lugar
de la mujer es el que la tradición
y la injusticia le ha otorgado.
Proteste compañero
cuando su hermana no recibe todos los beneficios
familiares que usted sí,
en órdenes prácticos de la vida cotidiana.
Proteste compañero
frente a la creencia de que la historia
sólo la hicieron los hombres (aunque sí la escribieron).
Proteste compañero
cuando a su hija le pasan todas estas cosas.
Proteste compañero
cuando recibe halagos por el simple hecho de ser varón.
Proteste compañero
cuando su madre es quien se sigue encargando
de la organización del hogar,
las tareas domésticas,
como cuestiones fijamente consignadas.
Proteste compañero
cuando percibe que goza de los beneficios
de ser varón mientras una compañera
está remando para alcanzar la misma situación.
Y usted lo ve, claro que lo ve.
Proteste compañero
cuando observa
que están tratando de objeto a una compañera.
Proteste compañero
cuando una mujer critica a otra en términos machistas,
hágale ver que debe ser solidaria
y no reproducir el mandato de la división.
Proteste compañero
cuando todo lo que se valoriza de una mujer
entra en la matriz linda-fea.
Proteste compañero
por haber nacido poderoso aunque usted
no pidió dicho poder.
Proteste compañero
por ser usted mismo víctima
y victimario de ese poder.
Proteste compañero
cuando no se le “cede”
la palabra a sus compañeras en todo tipo de ámbito,
donde la palabra de la mujer será doblemente evaluada.
Proteste compañero
por la muerte de tantas mujeres en manos de tantos varones.
Proteste compañero
al ver el cuerpo de una compañera expuesto
como carne de matadero.
Proteste compañero
cuando ve que el ámbito público
sigue siendo del dominio masculino.
Proteste compañero
cuando observa que la mayoría de los puestos
jerárquicos, de poder,
siguen estando en manos como las suyas.
Proteste compañero
contra usted mismo,
cuando piensa que el placer sexual
es más importante para usted que para su compañera.
Proteste compañero,
porque nosotras y nosotros estamos protestando,
y no como una forma de atacarlo a usted,
si no a sus privilegios.
Ceda y no se sienta menos hombre,
sino más compañero.
Enviado por Colectivo Dení Prieto
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