¿Estás enojado porqué este Primero de mayo cayó en domingo y no hubo puente? ¿Molesto porque las movilizaciones arruinaron tus planes de fin de semana? Respira por un momento, cuenta hasta 10 y mejor sigue durmiendo, después de todo, los domingos no se acostumbra trabajar.
Hasta hace 130 años los trabajadores no tenían derecho ni siquiera a descansar, trabajaban un máximo de 18 horas diarias con salarios de muerte y en condiciones completamente infrahumanas. En aquellos tiempos los obreros norteamericanos, peleaban por una jornada de 8 horas laborales para de esta manera tener 8 horas para el trabajo, 8 horas para el sueño y 8 horas para la casa. La sangre no se hizo esperar, en Chicago las manifestaciones fueron acalladas a balazos y los líderes del movimiento ejecutados.
En 1906, en Sonora, los mineros de Cananea hicieron estallar una huelga por salarios más altos y trato igualitario para trabajadores mexicanos, que en comparación con los empleados norteamericanos padecían discriminación. El gobierno de Porfirio Díaz les respondió con las armas. Pese a esto al año siguiente otra importante huelga estalló. En 1907, en Orizaba, Veracruz, trabajadores textiles de Río Blanco, se pusieron en huelga por las malas condiciones de trabajo a que eran sometidos; entre las que se contaban jornadas de 12 horas, salarios sometidos a multas, y control sobre las actividades que realizaban los trabajadores, el resultado fue un importante número de heridos y muertos.
La sangre de todos esos mártires sirvió de tinta para escribir en las constituciones del mundo leyes de protección para los trabajadores, pero hoy, a más de un siglo, parece que su lucha ha sido en vano, pues la oligarquía que nos gobierna decreta a diestra y siniestra reformas que atentan contra los derechos del pueblo, bajando los salarios, usando mecanismos como la subcontratación, alargando el tiempo de las jubilaciones y vendiendo nuestra patria a las trasnacionales.
Pero lo más triste de todo es que nos tomamos muy a la ligera todo este asunto, pareciera ser que sólo hasta que nos corren del trabajo, hasta que no alcanzamos lugar en alguna escuela pública y tenemos que estudiar y trabajar, o hasta que un familiar se muere en un hospital, porque en este no se cuenta con las herramientas adecuadas para darle una buena atención, que alzamos la voz por nuestros derechos.
Y tú ¿Prefieres seguir dormido en tu cama? ¿Sentado en tu computadora leyendo esto? ¿Escribiendo pestes desde tu teléfono contra Peña Nieto? ¿O de una vez por toda saldrás a la calle a levantar la voz?
Por ti, por la nación y por tus hijos… ¡La opción es luchar!
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