Las condiciones de protesta y apoyo a movilizaciones nacionales en la Unidad de Humanidades de la UV en Xalapa no son las de antes, no son las de las multitudes de 2012, 2013 o 2014. Con los ataques a los luchadores sociales en Veracruz, el asesinato y represión del que han sido víctimas todos los sectores inconformes, la entrega y traición de espacios de lucha o simplemente la apatía generada por mecanismos poco democráticos y prácticas ineficaces dejaron un entorno en que somos pocos los que seguimos intentando hacer evidente la realidad aberrante del sistema capitalista y la necesidad de organización.
Con esto en mente, maestros y alumnos de la Unidad postularon la realización de un paro activo, como actividad de apoyo al movimiento de la CNTE y la defensa de la educación pública, dándonos cita docentes y estudiantes de distintas facultades.
Poco a poco se vio el interés de los alumnos y maestros, deteniéndose, leyendo y platicando de la realidad en la que vivimos, de la necesidad de más eventos que visibilicen los problemas.
Posteriormente se realizó una pega de carteles que si bien ya vistos en otras partes de la universidad o de la ciudad era necesario volver a colocar, llenando las calles cercanas a la Unidad de Humanidades del recuerdo de la victoria del pueblo soviético sobre la bestia fascista, de la protesta por el cruel asesinato de la camarada Dilek Dogan por el gobierno Turco, de la protesta por la Reforma Educativa e invitando a diversas actividades en la ciudad.
El movimiento en Xalapa ve cambios evidentes, ramificaciones nuevas e intentos de reactivación de viejos entornos y espacios. Aun simbólicos, este tipo de actividades nos acercan a individuos que al igual que nosotros no están conformes con la realidad, que se oponen a la apatía, que buscan crear organización independiente, sin rendir cuentas ni legitimar a las autoridades.
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