Ciudad de México, 3 de junio de 2016
Entrando por la calle de Balderas la primera carpa que se ve en la Plaza de la Ciudadela tiene un letrero que reza: “Somos chavos de la calle, no somos maestros”. Incluso en este grupo, marginado ya de por si por la sociedad, se ha incubado la idea de que los profesores que luchan contra la Reforma Educativa son un peligro para México.
Adentrandose al campamento se ven rostros somnolientos, pero no por eso menos sonrientes. Algunos cocinan, otros más deambulan por la plaza y otros tantos se sientan a esperar. Me acerco a una señora y le pido que me deje fotografiarla junto a una lona, “No tengo nada que ocultar, mi unico delito es defender mi plaza” me responde y al instante tomo la foto, minutos después un chavo sale de una casa de campaña con tres rastrillos en la mano, al verme con mi cámara me pregunta “¿Me puedes tomar foto pal face?”, yo le respondo “¡Órale va!” y nos despedimos estrechándonos la mano. Está gente no es como la pintan, es sencilla, humilde y muy amable, característica propia de aquel que ante la adversidad sabe que la solidaridad es la mejor cobija.
Desde hace varias semanas maestros adscritos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), provenientes de diversos estados de la república, han usado la Ciudad de México como una trinchera para alzar sus voces contra lo que consideran injusto. Al día de hoy, luego de amenazas, vejaciones y dos desalojos, uno en Santo Domingo y otro en Bucarelli, se encuentran en plantón en la Plaza de la Ciudadela, exigiendo un diálogo con Aurelio Nuño, Secretario de Educación, para poner sobre la mesa las razones por las que la Reforma Educativa es un error.
Son las 10 de la mañana, para esta hora debería comenzar la marcha convocada por el magisterio rumbo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), sin embargo nadie se mueve, no hay forma de hacerlo, hemos sido sitiados a la altura de El Caballito por elementos de Tránsito y por la policía.Así pasan las horas, la dirigencia de la CNTE convoca a la prensa a acercarse para dar un posicionamiento, pero tampoco eso dejan hacer las “fuerzas del orden” pues impiden a los medios acercarse a los oradores. Es así que la rueda de prensa se da con un muro de separación de por medio, un muro humano pintado de azul. “¡Vean quienes son los que mantienen cerradas vialidades! ¡Vean quienes son los que impiden el derecho a la libertad de expresión!” nos dicen los profesores a la vez que denuncian que varios de sus compañeros han sido encapsulados en la avenida Zaragoza y por Santa Fe.
Alrededor de la 1:30 pm, o quizás las 2 de la tarde, el contingente por fin puede avanzar, lo hace con rumbo a la Secretaria de Gobernación, pero se encuentra con una enorme valla en Bucarelli. Para ese momento los demás profesores que habían sido retenidos en otros puntos de la Ciudad han logrado zafarse y llegar hasta donde nos encontramos. En Gobernación nadie quiere salir, así que no queda de otra más que seguir el plan original e ir al aeropuerto.
Avanzamos por Ayuntamiento y en el primer cruce ya está la policía esperando con sus escudos, pero el contingente puede más que ellos y logra pasar, en el siguiente cruce lo mismo, pero al tercero ya no, el despliegue policiaco sobre Balderas es terrible.
El grupo de observadores de Derechos Humanos “Marabunta” se ha puesto en medio de los policías y el contingente para evitar una confrontación, los padres de familia que han venido siguiendo la marcha desde el principio se cuestionan por que los uniformados pierden su tiempo reteniendo a los maestros cuando en otras partes de la Ciudad están asaltando, secuestrando y asesinando.
No hay forma de hacerse para adelante, para atrás o hacía los lados, todo el perímetro está sitiado, los profesores han sido acorralados como animales salvajes. Son las 3 de la tarde, representantes de la CNTE hablan entre ellos y plantean regresar al plantón a ver si eso calma la fiereza de los azules.
Una vez que han analizado la situación vuelven a llamar a los medios y confirman, la marcha hacia el aeropuerto se cancela. Por esta ocasión son pocos, sin embargo afirman que su causa se está multiplicando y que llegado el momento tendrán la fuerza suficiente no sólo para enfrentar un cerco policial, sino para eliminar leyes retrogradas que como la Reforma Educativa sólo buscan beneficiar a unos cuantos. No lo dudamos, pues cuando la causa que se defiende es justa tarde o temprano habrá de llegar la victoria.
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