Hace cinco años que comenzó el caminar del pueblo de San Lorenzo de Azqueltan en la construcción de un proyecto autonómico que resiste y lucha contra este sistema de hambre, despojo y muerte, un caminar que va marcando a cada paso el deseo de otro mundo posible.
La comunidad de Azqueltan se caracteriza por varias cuestiones, una sin lugar a dudas es el carácter de unidad entre dos pueblos distintos pero a la vez muy parecidos, aquí miembros del pueblo Tepehuano y miembros del pueblo Wixarika decidieron emprender una lucha codo con codo para recuperar totalmente sus instituciones comunitarias, su gobierno agrario y tradicional y ejercer la autonomía como forma para enfrentarse al despojo de sus tierras, su identidad y su vida.
En su andar se han enfrentado a los intereses capitalistas de los seres más viles que, en alianza con el Estado, han ido poco a poco vendiendo y privatizando gran parte del territorio que le pertenece a Azqueltan; valiéndose de la mentira y diciendo que el pueblo ya no existe más, los de arriba han dejado a cientos de comuneros a merced de los ricos nacionales y extranjeros.
Sin embargo, la organización ha puesto un alto a los intentos de aquellos que buscan vender la tierra; la resistencia del pueblo ante los intentos de amedrentamiento y la construcción de la autonomía han dado vida a un pueblo más fuerte, con ímpetu y claridad para seguir luchando.
Una pequeña comisión de la Juventud Comunista de México pudimos acompañar a la comunidad en su celebración de quinto aniversario, llevada a cabo los pasados 9 y 10 de noviembre. En dicha celebración la comunidad recibió a invitados de diferentes partes del país e inclusive de otras partes del mundo, colectivos, organizaciones, artistas solidarios, la sexta nacional e internacional y miembros del CNI y del CIG se dieron cita para aplaudir en conjunto la lucha y la vida.
Como parte del festejo las y los invitados dimos un poco de lo que podíamos o sabíamos hacer: cantar, rapear, pintar, etc. También nos organizamos para bajar y acomodar material de construcción para la casa comunal; lo poco o mucho que se hizo bastó para entender la importancia del trabajo colectivo, para sabernos acompañados y acompañadas ante este sistema que poco a poco nos va deshumanizando.
Azqueltan sigue firme en su determinación de construir la autonomía, de vivir dignamente y de luchar contra el capitalismo. La enseñanza es clara, el colectivo lo es todo.
¡Viva la comunidad Tepehuana-Wixarika de San Lorenzo de Azqueltan!
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