La famosa frase del caudillo del Sur, el general Emiliano Zapata, que dice, “la tierra es de quien la trabaja”, es unas de las frases más hermosas que engloban un carácter de lucha de clases dentro del movimiento revolucionario mexicano.
Existen un par de consignas más, las cuales, a diferencia de la primera, son contemporáneas y se suelen emplear en manifestaciones actuales, estás dicen: “si Zapata viviera, que chinga les pusiera” y “si Zapata viviera con nosotros anduviera”, reconociendo la valentía del revolucionario y el hecho de que no estría contento ante las injusticias actuales.
En la actualidad en todo el territorio mexicano se vive un clima de violencia muy alto, enfrentamientos de grupos del crimen organizado entre ellos mismos por las regiones de venta de substancias ilegales, así como con la población civil y pueblos originarios por temas territoriales, solo por mencionar algunos. Este hecho, así como el reciente periodo de pandemia por el que pasamos, han sumado a la desarticulación de las resistencias populares, dejando a la población aún más vulnerable, con miedo y desorganizada.
Como jóvenes estudiantes militantes visualizamos a la escuela como nuestro luchar de acción, el lugar donde podemos influir en la sociedad, como trabajadores militantes cambiamos la escuela por nuestro centro de trabajo y es ahí donde comenzamos a hacer trabajo de base, en el periodo en que nos encontramos en el desempleo y que no estudiamos, las calles son el espacio donde sólo podemos actuar de una manera libre.
Lo cierto es que estos tres perfiles abordados tienen en común el espacio de las calles, en ocasiones olvidamos la influencia que debemos generar y que podemos obtener por medio de las calles, desde la parte de difusión, hasta la parte activa y organizada con las marchas. Las calles deben ser nuestras, son parte de nuestro territorio como desposeídos.
En la actualidad da miedo salir a la calle, da miedo transitar en cierto horario, las ciudades se vuelven tierra del narco y de militares, que para fines prácticos es lo mismo. No podemos permitir esto, no debemos dejar que nos aíslen en nuestras casas y nos limiten a interacciones virtuales, debemos salir a retomar las calles, organizarnos con camaradas, vecinos, amigos, familiares y simpatizantes, desde una simple limpieza, alguna actividad deportiva o recreativa, debemos retomar el espacio que es nuestro, empoderarnos y demostrar que la organización es la clave.
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