Nena

NenaUna de las experiencias más significativas, transcendentes y bonitas en mi vida es haber sido militante de la Juventud Comunista de México. 

Todo comenzó en el año de 2003, como la mayoría de todo adolescente me encontraba en una crisis existencial, me hacía muchas preguntas, de las cuales fui buscando respuestas. En ese trayecto tuve a mi disposición las dos corrientes filosóficas: Idealismo y Materialismo.

 

Por un  lado tuve la influencia de amistades que de manera muy “recreativa” buscaban y me invitaban a comprender sobre la vida a través de nuestras sensaciones, de la existencia de Dioses,  etc, y cuya  literatura idealista me parecía  mágica, poética y soñadora.  Por otro lado, mi esencia de justiciera me llevo a juntarme con personas de esa misma esencia,  entre ellas Jorge Ortiz y Benjamín Sandoval, los cuales fueron los primeros que me proporcionaron el Manifiesto Comunista y otras obras de línea materialista las cuales me abrieron otro panorama real sobre la existencia del ser humano, del que hacer en esta vida, la transformación de la materia y con ella de la sociedad.  Esas respuestas se fueron resolviendo al haber tenido la gran oportunidad de la cual puedo presumir de asistir a la “Escuela del Comunismo” fundada  y acompañada por la orientación ideológica y política del compañero  Alejandro Gascón Mercado.

Al encontrarme con estas personas valiosas, ellos me presentan con el compañero Rafael Castañeda, en ese entonces  Secretario General de la JCM, haciéndome la invitación a ingresar a la filas esta gloriosa organización.  Mi respuesta  después de convivir  y conocer más a fondo  a esa organización en el 16° Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Caracas, Venezuela,  es un: si acepto a comprometerme como una militante de la JCM.  Estaba convencida y feliz de encontrarme en el sitio que realmente me correspondía.

Durante mi militancia del 2005 hasta el 2016, con diferentes tareas desde hacerla de albañil, agricultora, diseñadora, de rotulista, maestra de ceremonia,  locutora, desde formar un colectivo donde no existía, de desempeñarme como Secretaria de Finanzas,  de Formación Política, de Secretaria General,  como miembro del Comité Nacional, de pertenecer  a más de 4 colectivos en dos Estados, de asistir y de poder escuchar, aprender y compartir experiencias  de todos mis compañeros en 5 Encuentros Nacionales, en 2 Congresos Nacionales  y tantas sentimientos que  experimenté durante todo este largo recorrido me he vuelto a convencer que el amor por mis camaradas es muy fuerte, que con ellos todo, sin ellos nada. Porque la unión de los jóvenes dentro de una organización marxista – leninista como las nuestras es más fuerte y consecuente que todo.

Durante mi militancia en la JCM aprendí sobre el saber escuchar, respetar y comprender a mis camaradas, estar con ellos cuando me necesitan, el fortalecer mi teoría con la práctica y viceversa, el amor a mi pueblo, a mi patria, la solidaridad  y el internacionalismo proletario. El ser consecuente con mis actos, el ser en donde me desempeñe la mejor para servir a mi pueblo, el ser una militante que entregue su pensamiento, energía, tiempo a la causa más noble que es la lucha por el socialismo.

Hoy, solo puedo decirles a cada uno de mis camaradas de la J, que se aprecia su entrega todos los días por la lucha por el socialismo, que los camaradas del Partido de los Comunistas estaremos siempre para seguir construyendo juntos la vía del comunismo para derrocar el capitalismo. Muchas felicidades por su VII Encuentro Nacional, que todos los aprendizajes obtenidos se vean reflejados en su lucha diaria.

¡Viva la Juventud Comunista de México!!!

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