Desde este rincón en Ecatepec, Estado de México, queremos compartir nuestro informe/nota/experiencia a raíz de haber asistido al Encuentro Nacional de Mujeres convocado por el CNI (Concejo Nacional Indígena) y CIG (Concejo Indígena de Gobierno); el cual se llevó a cabo los días 28 y 29 de Julio del presente año en San Lorenzo Nenamicoyan, comunidad Hñahñu, ubicada en Jilotepec, Estado de México.
En la mañana del día 28 de Julio, nos dieron unas palabras de bienvenida el delegado del municipio Moisés Martínez, el representante del comisariado ejidal Pablo Hernández Martínez y la compañera Brenda Martínez representante de la comunidad y delegada del CNI. La compañera Brenda nos expresó lo que sus rostros manifestaban, llenas de felicidad nos recibieron alrededor de 1,100 mujeres; curiosas por escuchar y más deseosas por compartir palabras, experiencias, saberes y sentires. Nos recordaron el baluarte que heredaron de todxs lxs abuelxs, ese aprendizaje de trabajar juntas y de manera colectiva, ya que esa fue una de las finalidades al estar todas reunidas, aprendiéndonos de las experiencias, reconociéndonos en nuestros diferentes dolores y con nuestra presencia dejar huella en la memoria y en nuestros corazones latentes que expresan vida… vida que acordamos defender.
Tenemos una necesidad urgente de encontrarnos como mujeres para hacer nuevos caminos y formas de ser, hacer y estar en el mundo. También cumpliendo con el principal acuerdo de replicar encuentros de mujeres en nuestras diferentes geografías, y tomando como experiencias los anteriores (1er. Encuentro de Concejalas del CNI en CDMX y el 1er. Encuentro Internacional Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan en Chiapas). Se decidió realizar un Encuentro en un lugar céntrico para el CNI, y teniendo como objetivos lo siguiente:
1. Tejer redes nacionales de mujeres informadas y agarradas aún en las distancias.
2. Intercambiar experiencias entre mujeres organizadas y rebeldes.
3. Ayudarnos entre todas para encontrarnos y definir el/los camino(s) para tumbar al Sistema Capitalista Patriarcal y Colonial que pretende desaparecernos.
Para finalmente comprometernos en acuerdos y acciones concretas que ayuden a mejorar nuestras prácticas cotidianas con pasos pequeños pero firmes.
En seguida tuvimos la participación de una compañera del Kurdistán que nos compartió su experiencia y la de todas sus compañeras, como modos de vida anticapitalista y antipatriarcal, para recordarnos que la principal lucha como mujeres feministas militantes es la emancipación de toda la sociedad, pero que dicha lucha de liberación empieza por nosotras en la vida cotidiana y no perder de vista nuestros principales enemigos, esos sistemas de opresión que nos atacan desde diferentes frentes: sistemas de competencias entre nosotras (mujeres), el capitalismo que nos cosifica para ser vendibles y consumibles, el patriarcado que en su ordenamiento del mundo desde visiones androcéntricas le otorga el poder a los hombres, y el colonialismo que sigue usurpando, explotando nuestras tierras y sometiéndonos a intereses supremacistas y fascistas.
Posteriormente se conformaron 10 grupos para comenzar con los trabajos, cada grupo fue coordinado por una compañera del CNI y el objetivo era dialogar entre todas y contestar lo siguiente:
· Reflexionar sobre la situación que vivimos como mujeres en México bajo el Sistema Capitalista y Patriarcal.
· ¿Qué ideas surgen al escuchar la ponencia (mujer kurda) para generar cambios en nuestra vida cotidiana y organizativa desde nuestra visión como mujeres rebeldes para construir modos de vida no capitalista/patriarcal?
A modo de respuestas, se habló de la guerra que se vive en México contra el pueblo, pero esta se exacerba aún más para nosotras las mujeres, expresándose de diferentes formas: feminicidios (sobre todo los casos de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y Ciudad Juárez), la sistematización de la violencia, políticas de exterminio y desapariciones, violación y acoso sexual en todos los ámbitos donde nos desenvolvemos, las condiciones de explotación en el trabajo asalariado, doméstico, de crianza y sexual. La gran desigualdad socioeconómica que nos toca vivir en el patriarcado reduciéndonos a fines, medios o cosas; las problemáticas de salud en que nos encontramos con altos índices de alcoholismo, drogadicción y todas las adicciones en general. Despojo de nuestra tierra y territorio (considerando también nuestros cuerpos como territorios, donde se nos arrebata hasta la decisión) y la feminización de la pobreza.
Luego de poner nuestros contextos en análisis, volvemos a concluir que en toda esta guerra y sus manifestaciones nos encontramos porque compartimos dolores, rabias, sentires y saberes… mismos que nos hacen no claudicar y seguir luchando desde nuestras diferentes trincheras. Así fue como pudimos hablar desde nuestras experiencias de lucha los quehaceres en que andamos y algunas propuestas. Urgente necesidad por deconstruir el significado de “ser mujer”, reconocer nuestros dolores, canalizaros y transformarlos en acciones colectivas, recuperación de la memoria colectiva para visibilizar nuestro papel a lo largo de la historia, informarnos y luchar de manera conjunta por nuestros derechos guiándonos de los feminismos, sobre todo del feminismo comunitario. Fomentar redes de economía solidaria, reivindicar nuestros territorios/cuerpos defendiéndonos y hacernos un arma para combatir. Es sumamente importante desmitificar las relaciones entre mujeres, no debemos sumar a la guerra en que vivimos guerras entre nosotras, ni que estos actos sean guiados por hombres sin escrúpulos, ya que ellos no librarán las batallas que otras si lo hacen, y mientras tanto ellos siguen avanzando, tenemos que reivindicarnos cuestionando como reproducimos el machismo, debatiendo y hablando guiadas desde la sororidad acerca de lo que vivimos, acompañándonos, apoyándonos y articulándonos para conformar frentes unidos sin dividir la lucha en macro/micro, tenemos que entenderla en una integralidad para seguir buscando las formas de luchar y resistir porque “el patriarcado está en todos lados”.
Concluidas las discusiones en los grupos, se leyeron los resolutivos de cada grupo en plenaria. Para poder continuar con las actividades del Encuentro, cada una de nosotras nos dirigimos a una de las mesas de trabajo del CNI, las cuales son:
1. Autonomía.
2. Tierra y Territorio.
3. Mujeres.
4. Jóvenes y niños.
5. Diversidad sexual.
6. Personas con discapacidad.
7. Trabajo y explotación.
8. Migración.
9. Justicia.
En cada mesa de trabajo se intentó elaborar propuestas con actividades para hacer florecer las redes que tenemos de la ciudad y el campo desde una visión anticapitalista, antipatriarcal y anticolonial. Y para concluir las actividades del primer día, se leyó en plenaria los acuerdos y/o propuestas de cada mesa de trabajo, destacamos lo siguiente:
· A un sistema patriarcal le corresponde una educación patriarcal y machista, por ende necesitamos una reeducación donde se erradique la violencia hacia la mujer, los privilegios que gozan los hombres y que no quieren perder y las formas tóxicas que tenemos de relacionarnos.
· Desde que se ha conformado una organización genérica de la sociedad, los hombres han gozados de los espacios públicos, relegándonos a espacios privados y domésticos, dejando como nuestras principales funciones el trabajo doméstico, de crianza y cuidado/satisfacción de la mano de obra; por lo mismo se señaló el conformar espacios propios de mujeres para trabajar, compartir, construir y hablar.
· Rescatar las historias y participación de las mujeres en todos los procesos históricos de lucha y conformación de las sociedades.
· Visibilizar las situaciones en que vivimos las mujeres de la periferia para descentralizar la CDMX, desde estos espacios luchamos y resistimos de diferentes formas porque diferentes son nuestros contextos, aunque las condiciones sean muy similares, e incluso iguales.
· Impulsar procesos de alfabetización en nuestras diferentes geografías y acercarnos a nuestros pueblos originarios e indígenas que han mostrado grandes ejemplos de lucha, organización y resistencia.
· Formación continua, con escucha activa y sin romantizar organizaciones o procesos de lucha.
· Que los hombres en sus espacios trabajen acerca de las violencias, acosos o violaciones, ya que no existen posturas claras o discursos políticos evocados a cuestionar su masculinidad y no existe una deconstrucción de fondo.
· El capitalismo se ha encargado de cosificar nuestros cuerpos de mujeres para que sean consumidos desde la pornografía, centros nocturnos para entretenimiento de los hombres, sin cuestionarse que son formas de entrar a la trata de personas, siendo cómplices de estos actos y perpetuando discursos desde la doble moral.
· Reconstruir el tejido y justicia social desde las alianzas encaminadas abajo y a la izquierda, sin rupturas de diálogo, pero con análisis clasistas para no permitir que mujeres opriman a otras mujeres. Las mujeres en general, estamos incluidas en las condiciones pauperizadas del capitalismo, pero excluidas en las tomas de decisiones.
· Integrar nuestra corporalidad como mujeres a la producción del conocimiento, haciendo que nuestra voz se escuche desde nosotras y que nadie habla por nosotras; ya que no hay maneras únicas o correctas de ser en el mundo.
Ya para el domingo 29 de julio, se continuaron con las actividades, talleres y conversatorios que incluyeron: Feminismo separatista; Ecofeminismo; Ciclismo Urbano; Autoconocimiento y Autosanación como empoderamiento femenino, “Algo importante pasa en el útero y la cultura patriarcal teme que nos enteremos”; Movimiento de mujeres del Kurdistán; Creación de gas pimienta como autodefensa; Medicina de la placenta y parto en casa; Herbolaria básica para mujeres; ¿Cómo empezar y acompañar a un grupo de mujeres?; entre otras.
Después de compartir nuestras diferentes experiencias de lucha y organización, se procedió a la Clausura del Encuentro contando con la participación de las Concejalas del CNI y de la compañera Marichuy. Leyeron una carta que mandaron las compañeras zapatistas, los acuerdos tomados en las diferentes mesas de trabajo y esperando que nuestra presencia sea semilla que florezca y germine en cada una de nosotras.
Por CJB Angela Davis.
No responses yet